Afilaron sus machetes y desenfundaron sus pistolas para intentar hacer justicia con su propia mano.
Eso era lo que pedían los pobladores la comunidad de Potrero de Casas, de este municipio, después de que se dieron cuenta de que Carlos Antonio Peralta, de 23 años de edad, supuestamente habría violado y luego descuartizado a un niño de siete años.
El abominable crimen ocurrió el viernes en la noche, minutos después de que finalizó el partido entre las selecciones de Honduras y Costa Rica en el Estadio Olímpico de San Pedro Sula.
Centenares de vecinos de la comunidad llegaron hasta las cercanías de la posta policial, donde pretendían quitarle la vida al supuesto hechor, ya que estaban indignados por lo que había ocurrido.
Según relataron los vecinos de los padres del infante, el menor salió de su casa antes de las dos de la tarde a observar el partido de fútbol a casa de sus abuelos.
Inicia la búsqueda
Una vez finalizado el encuentro deportivo, Carlos Antúnez Meza, padre del menor, llegó en busca de su hijo, a quien no encontró, por lo que le dijeron que su vástago se había marchado después de que terminó el partido.
De inmediato preguntó a los vecinos si habían observado a su niño en la comunidad, por lo que algunos le dijeron que dos personas adultas se lo habían llevado por un camino solitario.
Fue en ese momento que don Carlos lo empezó a buscar y finalmente lo encontró cerca de un árbol que está en medio de un potrero que está ubicado a unos tres kilómetros de distancia de la comunidad de donde habían raptado al menor.
La mañana de ayer, agentes de la Policía Nacional detuvieron al supuesto responsable del asesinato del pequeño, quien fue identificado como Carlos Peralta, quien bajo los efectos del alcohol y la droga, junto a otra persona, habrían matado al menor, del que no se dieron mayores detalles.
Se toman la posta
Desde el momento que los pobladores se dieron cuenta que el hechor se encontraba en la estación policial, llegaron a solicitar a la Policía que se los entregara para hacerse justicia por su propia cuenta.
Personal del Ministerio Público llegó al lugar de la escena del crimen a reconocer y levantar el cadáver del menor para luego trasladarlo a Tegucigalpa, donde se le practicará la autopsia correspondiente y determinar las verdaderas causas de muerte.
En horas del mediodía de ayer, frente a la posta policial, se produjo un zafarrancho que terminó con dos personas heridas y varios lesionados, tras enfrentarse los vecinos con los miembros de la Policía Nacional.
Trascendió que las enfurecidas personas le puncharon las llantas a la patrulla para que no se movilizara con la persona homicida, pues estaban dispuestas a quitarle la vida.
Para evitar que se registrara una tragedia mayor, el subcomisionado Gustavo Sánchez, jefe de la Policía en Juticalpa, envió un contingente de policías antimotines, quienes ayudaron a controlar a las personas que estaban armadas con machetes y pistolas, entre ellas hombres y mujeres.
Mientras tanto el presunto asesino permaneció varias horas en el interior de una de las celdas de la Policía Nacional y posteriormente fue trasladado bajo fuertes medidas de seguridad hasta las oficinas de la Fiscalía en Juticalpa y luego a los juzgados de lo penal de ese municipio para que se continúe con el proceso que establece la ley.
Una escena similar se registró a finales de agosto en Morazán, Yoro, donde un menor de apenas tres años que había sido raptado, fue brutalmente asesinado y mutilado
Dicho crimen provocó el repudio y conmoción entre la población.
