La pólvora que era utilizada para celebrar fiestas tradicionales dentro y fuera de La Paz, en la región central de Honduras, se convirtió en fuente de luto y dolor en la comunidad.
La sustancia explosiva que era depositada en los cartuchos de los cohetes de varilla fue el detonante para desatar una trágica mañana en la localidad.
Y es que un mal procedimiento en la manipulación de la pólvora provocó el estallido de uno de los barriles cargados del material explosivo y a su vez el de otros depósitos y producto terminado que se manejaba en el interior de la cohetería Los Ángeles.
El estallido, según los vecinos, se hizo escuchar a lo largo de varias cuadras, y es que la potencia del polvo negro hizo estallar la vivienda de ladrillo. La vivienda quedó sin techo y ventanas debido a la explosión.
También dejó daños en dos viviendas cercanas, al grado de destruir un muro perimetral y las ventanas y puertas de un vehículo Ford Focus, color amarillo.
A causa de la explosión varias láminas y restos de techo de las casas afectadas fueron a caer sobre residencias ubicadas a varios metros del siniestro.
Las pérdidas representan más de 5,000,000 de lempiras, según las autoridades locales.
De acuerdo con los testimonios de los vecinos, el estruendo fue tan impactante que se sintió un temblor en el casco urbano de la comunidad, así como en ciudades vecinas.
Se calcula que la potencia de la pólvora que se encontraba en el interior del local fue similar al estallido de unas 30 granadas.
Víctimas
La explosión no solo dejó daños materiales ya que dos personas fallecieron y dos resultaron con lesiones leves.
Entre las víctimas mortales se enlistó a Jesús de la Cruz Orellana, de 78 años, propietario del establecimiento, y a Marcio Castillo Palomo, de 33 años.
Ambos fueron trasladados de emergencia hacia el hospital Roberto Suazo Córdoba, desde donde fueron enviados al hospital Escuela de la capital, pues presentaban quemaduras de tercer grado.
Minutos más tarde se informó que ambas personas fallecieron en el trayecto hacia el sanatorio de la capital debido a la gravedad de las lesiones que presentaban.
También se registró dos personas con lesiones leves, Jorge Iglesias, de 35 años, y Carlos Chumber, de 26 años, uno de los clientes que se encontraban en el interior del local de fabricación y venta de cohetes.
Acción de los bomberos
El jefe de operaciones del Cuerpo de Bomberos, Jack Ávila, informó que en la ambulancia de la institución se trasladó a tres de las víctimas y la otra persona tomó por su propia cuenta un taxi rumbo al hospital.
Tras la detonación se desató un incendio por lo que fue necesario utilizar dos tanques cisterna para controlar las llamas y evitar que se expandieran hacia otras viviendas cercanas.
Unos 16 agentes bomberiles se sumaron en la atención de los heridos y la extinción del fuego, labor que se extendió por más de una hora.
Para lograr la extinción de las llamas fueron necesarios 4,000 galones de agua.
En 2006, según el reporte de los apagafuegos, se había registrado otro incendio en el mismo establecimiento, aunque en aquel momento no hubo pérdidas de vidas humanas.
“Nosotros en aquel momento entregamos un pliego de recomendaciones, pero estas no fueron tomadas en cuenta, lastimosamente hoy nos deja luto”, manifestó Ávila.
El estallido se registró a las 11:00 de la mañana en la colonia Los Ángeles, y en menos de tres minutos se llegó al lugar con las unidades contra incendio, aseguró el entrevistado. En la localidad funcionan unas tres coheterías, de las cuales la más amplia era la de don Cruz Orellana.
En la labor de rescate de las víctimas también participaron miembros de la Policía Nacional.
Rubén Padilla, relacionador público de los bomberos, explicó que en el interior de la fábrica de cohetes permanecían seis trabajadores, de los cuales falleció uno y el resto resultaron con rasguños a causa del fuerte impacto.