Sucesos

'Era mi fuerza... estoy destrozado”: Velan a abuela y nieta de dos meses acribilladas en Choluteca

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09.05.2017

Choluteca, Honduras
La sonrisa y alegría con que Ana Ligia Baquedano, de 41 años, recibía a su hija y nietos cada mañana cuando llegaban a su casa era un acto conmovedor.

Cuando veía llegar a la pequeña Ligia Daniela, en brazos de su madre Norma Ríos, la señora salía al encuentro de la joven de 22 años para ayudarla y acoger en su regazo a su pequeña nieta, de tan solo dos meses de nacida, y quien llevaba su nombre.

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Como en todo hogar, los problemas se presentaban en la familia Ríos Baquedano, pero doña Ana Ligia se encargaba de solventarlos con cariño y paciencia.

Ese cariño familiar quedó marcado por la tragedia cuando un hombre armado con una pistola acabó con la vida de doña Ana Ligia y la pequeña Daniela, al tiempo que dejó herido al padre de esta, identificado como Carlos Alexis Núñez.

La indignación de los familiares y vecinos, ante el atroz hecho, se mantenían aún en el sepelio de las víctimas, donde se exigía justicia para dos seres que, según los conocidos, eran la alegría de la casa.

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Solidaria
“Simplemente era mi fuerza, mi compañera, la madre de mis hijos, una abuela dedicada y la que ayudaba a todos los que la necesitaban, Ana Ligia era una persona especial y me siento destrozado solo de imaginarme qué va ser de mi vida de ahora en adelante”, mencionó con la voz entrecortada Alfredo Ríos, esposo y abuelo de las víctimas.

Los hechos
El señor recuerda que la noche del lunes, cuando sucedió el doble asesinato, él se encontraba en la parte trasera de la humilde vivienda en la que reside con su familia, cuando de pronto escuchó la ráfaga de disparos y de inmediato corrió hacia el interior de la casa, encontrando a su esposa tendida en el suelo.

“Cuando quise auxiliarla Ana Ligia ya estaba muerta, tendida en el suelo, revisé a la niña y también estaba muerta”, rememora el destrozado esposo y abuelo.

El dolor que ha causado la muerte de doña Ana y la pequeña Daniela ha dejado un vació en los habitantes del barrio Los Fuertes de Choluteca, donde ocurrió el sangriento hecho.

“Estamos viviendo los últimos días, cómo es posible que una persona, un asesino, le quite la vida a una niña de dos meses, un ser indefenso que comenzaba a vivir, eso es inhumano. Pero hay un Dios que siempre mira lo que hacemos en este mundo”, declaró Edwin Izaguirre, cuñado de doña Ligia. El familiar recuerda lo especial que era la señora con toda su familia y amigos, y al igual que Alfredo Ríos, esposo de la víctima, pide justicia paras ambas víctimas.

Las autoridades policiales indagan dos hipótesis en torno al crimen, una de ellas es problemas personales y la otra una presunta rivalidad, pero no proporcionaron mayores detalles.

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