Sucesos

El placer de estadounidense 'era quitar la virginidad a las niñas'

Christopher Glenn 'se casaba' de inmediato con las menores que llegaban a su casa en Comayagua, pero a los dos o tres días despachaba a las víctimas porque le irritaba su llanto.

14.03.2014

La mayor obsesión del estadounidense Christopher Glenn era que sus víctimas fueran vírgenes. Pero antes de consumar la violación 'se casaba' de inmediato con las menores que llegaban a la casa del horror que tenía en la
ciudad de Comayagua
, en la región central de Honduras.

“Tenía esposas de dos o tres noches, las niñas entraban en shock ante la brutalidad del extranjero cuando abusaba de ellas y ante los gritos y el llanto terminaba regresando a las niñas. El placer era quitar la virginidad a las niñas”, dijo uno de los investigadores del caso que ha generado repudio en la población hondureña.

Para someterlas a los abusos, Glenn, de 37 años, drogaba a las menores que mostraban resistencia. Para que se tomaran las pastillas, les decía que eran vitaminas, según el informe de al menos 300 páginas que han recopilado los investigadores durante casi medio año.

El estadounidense tenía predilección por las niñas indefensas, pobres, incultas y provenientes de lugares lejanos 'porque le era más fácil someterlas. Siempre quería el control, el dominio, y los análisis nos llevaron a corroborar que cada una de las niñas era como un trofeo para él'.

Pero 'lo primordial para el estadounidense era que las niñas estuvieran vírgenes, esa era su mayor obsesión', señala el investigador.

La casa del horror estaba en la colonia 21 de Abril, de la cual solían escapar los gritos de las menores abusadas, pero éstos eran acallados de inmediato por el violador.

Glenn contó con la complicidad del hondureño Juan Ángel García Velásquez
y su esposa Selena Banegas. Era la mujer quien servía de señuelo para captar a las menores en zonas remotas con la promesa de un trabajo en oficios domésticos y un salario de 2,000 lempiras.

El estadounidense se hacía pasar por musulmán para hacer creer a sus víctimas que podía tener varias esposas a la vez.

De hecho, una de las menores se sometió a los abusos y convivió con él durante casi un año. Ella fue una de las dos niñas rescatadas durante el operativo realizada en la vivienda el pasado miércoles.

En la casa los investigadores requisaron videos que permitirán establecer el número de víctimas de Christopher Glenn y los alcances de sus delitos, ya que las autoridades sospechan que los comercializaba fuera de las fronteras hondureñas.

Las autoridades tuvieron la asistencia del FBI
en el operativo que permitió el rescate de dos niñas y la captura de los cómplices.

Glenn guarda prisión en Estados Unidos por los delitos que destrozaron la vida de una indeterminada cantidad de familias hondureñas.