Sucesos

Conductor en estado de ebriedad mata a dos primos en Choluteca

El accidente ocurrió en la periferia de la ciudad de Choluteca. Los fallecidos son dos primos originarios del municipio de El Corpus. Uno de ellos laboraba como guardaespaldas de un alto funcionario del INP

28.10.2018

CHOLUTECA, HONDURAS.- La imprudencia y la ingesta de alcohol de un ciudadano al volante de un automotor enlutó a dos familias y dejó huérfana de padre a una infante de dos años de edad.

El percance vial con desenlace fatal tuvo lugar en la periferia de esta ciudad, en la carretera CA-1, hacia San Marcos de Colón.

Dos primos hermanos fueron las víctimas mortales del accidente, provocado por un hombre que conducía en estado de ebriedad, a eso de las 6:30 de la tarde del sábado.

Felipe Antonio Galindo Hernández, de 33 años, y su primo hermano Héctor Corrales, de 27 años de edad, viajaban a bordo de una motocicleta en el momento que fueron embestidos brutalmente.

El carro es una camioneta marca Ford Escape, color azul celeste, con placas PDP 9644.

El responsable se dio a la fuga

Familiares de los dos fallecidos contaron que Felipe y Héctor venían saliendo de la residencial Villa Aurora con dirección al centro de Choluteca cuando fueron atropellados por el motorista de la camioneta.

El hombre, aparentemente en estado de ebriedad, tras ocasionar el accidente se dio a la fuga pero fue seguido por los parientes, sin embargo, no lo lograron capturar, pues este dejó abandonado el carro y huyó a pie.

El presunto borracho tomó dirección con su carro hacia la zona de San Marcos de Colón, por lo que no se descarta que sea originario de ese sector.

Dentro del vehículo que conducía el sujeto que hasta hoy se desconoce su identidad, fueron encontradas latas de cerveza, así como varias puntas de cocaína, envueltas en un material plástico.

El carro sufrió severos daños en su parte frontal y además uno de los neumáticos tenía punchaduras, debido a esto el hechor lo dejó abandonado en la carretera.

Originarios de El Corpus

Felipe Galindo laboraba como guardaespaldas del subdirector del Instituto Nacional Penitenciario (INP) German Mcniel y estaba radicado en la capital.

Galindo Hernández gozaba de sus días libres y decidió ir a pasarlos a su tierra natal en el sur del país. Era padre de una menor de dos años de edad.

Entre tanto, Héctor Corrales era un joven músico que ese día decidió acompañar a su primo a realizar unas diligencias en la ciudad de Choluteca.

El domingo, familiares de Felipe retiraron su cuerpo de la morgue del Ministerio Público, en la capital, en cambio Héctor fue retirado de la escena por sus parientes. Ambos serán sepultados hoy en el municipio de El Corpus, Choluteca, de donde eran originarios.

Los familiares de ambos pidieron justicia y que puedan capturar al responsable.