Un nuevo capítulo de las historias de los centros de reclusión de menores se volvió a escribir ayer. La locación fue el Centro de Menores El Carmen.
Policías y militares intentaban controlar ayer en horas de la tarde un amotinamiento que iniciaron los integrantes de módulo de la Mara 18 en dicho recinto de esta ciudad.
Familiares que llegaron alarmados por dicho amotinamiento, manifestaron que los menores recluidos realizaron el alboroto debido a que llevan más de tres semanas sin recibir alimentación digna, privados de recibir visitas y exigen el traslado urgente hacia la cárcel de máxima seguridad en Támara.
“Nuestros hijos son seres humanos y, aunque hayan cometido infracciones, tienen algunos derechos y no sería justo que los maltrataran solo por exigir el derecho a la alimentación”, dijo preocupada una madre que proviene de la capital de la República.
La advertencia
Las autoridades del Centro de Menores El Carmen manifestaron que en toda la mañana los menores estaban advirtiendo que provocarían un escándalo si no les cumplían lo exigido.
Tras dichas advertencia de los menores infractores, las autoridades de este centro realizaron un llamado de emergencia solicitando apoyo a los policías preventivos y a militares.
Los agentes, acatando el llamado, llegaron al lugar para controlar dicha acción, pero les fue imposible ya que los infractores realizaban escándalo en el interior de ese centro.
Los menores recluidos se identificaron como miembros de la Mara 18, quienes solicitaron negociar con las autoridades para que se les cumpla con lo exigido.
“No hemos llegado a un acuerdo, al parecer hay ineptitud tanto de jueces, fiscales y las autoridades competentes para poder darle solución a los problemas que afrenta este centro de reclusión para menores”, dijo el director de este centro.
“Se les ha prohibido a los menores visitas de sus familiares ya que han destrozados las instalaciones donde están recluidos y esto lo hacen en forma de protesta para que se les cumpla lo exigido”, dijo.
Preocupación
También manifestó que al parecer a estos entes no les importa la niñez, aunque el deber para ellos es que la niñez debe ser primordial.
Las acciones contra estos menores deben ser inmediatas para resolver dicho problema, pero las autoridades encargadas no lo permiten. Los problemas que presenta este recinto son la falta de presupuesto, las condiciones adecuadas para que los menores puedan estar recluidos y el personal especializado en dicho ambiente.
“Esperamos resolver lo más antes posible dicha situación para el bienestar de los menores y sus familiares”, agregó.
Por su parte el presidente del sindicato del Instituto Hondureño de la Niñez y la Familia (Ihnfa), Adán Escobar, manifestó que lo más urgente es trasladar a los menores para Tegucigalpa y así se evitarán amotinamientos por parte de estos jóvenes infractores.
