Catacamas, Olancho.- El cuerpo de abogados que representa a los civiles armados que confrontaron a elementos de la Policía Nacional durante un velorio en Catacamas, Olancho, negó que sus representados formen parte de una estructura criminal.
La reacción de los abogados surge después de que el ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, anunciara una fuerte intervención en el municipio para “buscar y capturar a los miembros de la estructura criminal que atentó contra la fuerza pública”.
Al preguntarle a uno de los abogados si sus defendidos pertenecen a alguna estructura delictiva, este respondió que no, afirmando que solo son “personas que se encontraban acompañando el sepelio que se estaba llevando a cabo en ese momento”.
Por su parte, Harry Cruz, otro de los representantes legales de los civiles armados, aseguró que quien incentivó el problema fue el jefe de la policía en Catacamas, Cristian Nolasco, tras bloquear el paso con patrullas e impedir que los familiares del difunto asistieran al entierro.
“Ayer (miércoles) ocurrió una problemática donde el jefe de la Policía, Cristian Nolasco, llegó a una misa de cuerpo presente en Catacamas. Al observar a un ciudadano con un arma de fuego, que estaba cubierta y contaba con todos los permisos exigidos por la Secretaría de Seguridad, decidió quitársela. Una vez que se la retiró, los familiares, que salían de la misa, le pidieron que, por favor, no realizara el procedimiento en ese momento y les permitiera enterrar a su ser querido en paz, pero él no accedió y atravesó dos patrullas frente a la iglesia católica de Catacamas”, relató Cruz.
Según el abogado, el jefe policial “posteriormente comenzó a hostigar a los presentes, incluyendo a familiares y amigos, algunos de los cuales portaban armas con sus respectivos permisos. Luego, se puso a la defensiva e hizo un disparo frente a la ciudadanía”.
El entrevistado añadió que la familia doliente está molesta porque no se les permitió llevar a cabo el sepelio de manera adecuada. Además, destacó que “el único disparo que se escuchó en el lugar no provino de las personas a quienes se les decomisaron las armas, sino del fusil de reglamento del jefe policial”.
El hecho
El miércoles, durante un patrullaje de rutina, varios civiles armados asistieron a un velorio que se realizaba en una iglesia cercana al parque central de Catacamas, Olancho. Los uniformados, liderados por Nolasco, les solicitaron que mostraran los permisos de portación de sus armas, pero los hombres presuntamente se negaron.
La situación se tornó tensa entre los presentes, mientras el oficial, empuñando su arma y grabando, insistía en que mostraran sus permisos. Al final, los hombres intentaron retirarse, pero el policía realizó un disparo, al que calificó como una advertencia.
Minutos después, llegó un fuerte contingente policial y los hombres accedieron a entregar sus armas. Sin embargo, quedaron en libertad. Ante esto, el ministro de Seguridad ordenó un operativo en la zona para capturarlos.