Ayer, un equipo especializado conformado por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y de la Fiscalía Especial de Delitos contra la Vida (Fedcv), comenzaron a interrogar a los testigos del brutal crimen.
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Asimismo, se conformó un equipo para analizar los videos de las cámaras de seguridad de la clínica privada donde ocurrió el crimen de Montalván y se solicitaron los videos del 911, instalados en la perifería del centro hospitalario, con la finalidad de darle seguimiento a los responsables del brutal ataque.
“Se ha designado un equipo de investigadores para recolectar la información que contribuya a fortalecer la línea de investigación que va a ser acompañada por la Fiscalía del Ministerio Público”, informó escuetamente Edgardo Barahona, vocero de la Secretaría de Seguridad.
Una de las primeras hipótesis que manejan que manejan los investigadores, es que el asesinato se trató de un ajuste de cuentas con el crimen organizado y el narcotráfico. Y la segunda es que el occiso arrastraba enemistades personales.
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Montalván fue un hombre cercano a los círculos de poder, aunque también fue relacionado con diversos carteles de la droga que operan en el país.
El cadáver de Montalván fue velado en San Francisco de La Paz y a las 10:00 de la mañana de ayer, en un ambiente de consternación fue sepultado en el cementerio de Guarizama, Olancho.
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