Tegucigalpa, Honduras.- Conmovida casi hasta las lágrimas, abrazada por el cariño de la comunidad presente y agradeciendo cada gesto con la calidad humana que sella su persona, la crítica literaria Helen Umaña recibió el Doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).
La ceremonia se llevó a cabo este martes 1 de julio a partir de las 10:00 de la mañana. Con el acompañamiento orquestal de la Banda de los Supremos Poderes, los miembros de la mesa principal hicieron su ingreso al Salón Eliseo Pérez Cadalso del centro universitario para dar inicio al homenaje.
Lexy Concepción Medina, rectora de la UPNFM, destacó que se trata de la primera vez que esta casa de estudios otorga su más alto grado académico a una mujer hondureña, "a una mujer cuya vida y obra han inspirado el camino de muchos, a una intelectual de prestigio indiscutible".
El Doctorado Honoris Causa, explicó emocionada, recae en una de las voces más autorizadas y respetadas de la literatura hondureña y latinoamericana. "Gracias, Helen Umaña, por recordarnos que la palabra, al igual que usted, es luz, refugio y también revolución", subrayó Medina.
En respuesta, la galardonada agradeció la "generosa" acogida que ha tenido su trabajo, y expresó que este mismo cariño la impulsó a reflexionar sobre su propia labor en las letras, llegando a la conclusión de que siempre ha estado "inspirada en el amor".
Recordando sus inicios en la década de los 80, lamentando su salida forzosa de Guatemala y la separación de sus cuatro hijos y su esposo, y reconociendo que Honduras es "la Patria que aprendí a amar a través de su literatura y su arte", Umaña evocó la sensibilidad del público que escuchaba atento.
"Mi jubilación no valió el sentido que los libros le habían dado a mi vida, así que aún espero tener energías para seguir luchando por esa patria que nos merecemos", finalizó la también escritora y académica, momentos antes de que la orquesta presente cerrara el encuentro haciendo sonar el Himno a Morazán.
Su humildad; su sello
Una vez concluida la ceremonia y mientras se preparaba para hacer su ingreso al coctel en donde se reencontraría con su hija, Cecilia, Umaña confesó a EL HERALDO sentirse "increíblemente emocionada porque no había recibido algo tan tangible fuera del afecto".
"Mucha gente siente que lo que he hecho ha sido por el afecto y el respeto que le tengo a los libros, a las personas. Y quizás es mucho de la carencia de gente que haga esto, que lo poco que uno hace es bien evaluado, hasta más de lo que realmente tiene de sólido", refirió Umaña con la humildad y la modestia que la caracterizan.
"Para mí cualquier libro nos dice algo. Y por eso un escritor tiene que encontrar respuesta en el lector, porque escriben para la gente, no para ellos mismos" agregó, mientras reconocía que durante su ingreso a la ceremonia, el recuerdo de su padre vino a ella porque fue él quien "sembró esa semillita de la literatura".