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La importancia de la crítica del cine en Honduras

Las cintas “Pocos, locos y sueltos” y “A toda Madre” son evaluadas por el cineasta hondureño Darwin Mendoza

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03.06.2017

La crítica como una acompañante fiel en el camino consigue, por un lado, observar y aplaudir las virtudes y, muy primordial, resaltar las carencias de la producción cinematográfica, más aun en una producción en intento de crecimiento como la nuestra.

Y por otro lado, consigue servir de puente entre la película y el espectador para que este último extienda, a través de la lectura, la experiencia cinematográfica y contraste sus reacciones ante dicho filme.

El crítico de cine se convierte, de alguna manera, en un promotor de ideas a partir del análisis de un filme.

La crítica se aleja de una simple opinión personal al acercarse con rigor académico y conectarlo con el público formulando preguntas, cuestionando y puntualizando temas relevantes.

En nuestro país, la producción cinematográfica está creciendo evidentemente, en tal magnitud que en 2014 celebrábamos cuatro películas en cartelera comercial, hoy en día, la media es nueve películas al año aproximadamente; en este sentido, coincido completamente con la valoración de nuestro compatriota Mario Ramos, (que compite este año por su segundo Emmy), quien declaró que “no será la cantidad de películas que se produzcan en Centroamérica lo que provoque un crecimiento del cine en la región, sino la calidad”.

Esta calidad esperada en Honduras no puede llegar sino asumimos la crítica especializada en acompañamiento a cada producción propuesta para salas comerciales.

Así pues, la crítica debe ser ejercida en diferente medida y aplicación por nosotros mismos los profesionales y productores de cine, por los distribuidores y las cadenas de exhibición de nuestro país, por los medios de comunicación que promocionan e invitan al público a asistir a las salas y disfrutar de un cine de calidad y, además, en última instancia, debe ser ejercida por cada hondureño que con muchas expectativas asiste a cada evento cinematográfico catracho.

Cuando escribo estas palabras, las salas de cine en nuestro país exhiben dos producciones hondureñas y aprovecho para acercarme a ellas, aunque brevemente, desde un punto de vista crítico.

Desde ya es de valorar en ambas productoras el gran esfuerzo y la intención de sumar en pro de nuestro cine.

“Pocos, locos y sueltos” y “A toda Madre” son dos piezas que, por su contenido, hacen resaltar en gran manera nuestra hondureñidad, pero como piezas audiovisuales están todavía lejos de aprovechar las sutilezas y la riqueza del lenguaje cinematográfico, ambas obras recaen en la estética más propia del sketch de TV.

“Pocos, locos y sueltos”, de Otro Nivel Producciones, apuesta con un mediano resultado casi enteramente por el humor, y se apoya en personalidades populares de los medios de comunicación con escasa o ninguna experiencia en la actuación para cine.

Aún con poca rigurosidad de puesta en escena, podemos vislumbrar en algunos actores y actrices un reseñable esfuerzo por desarrollar con naturalidad situaciones tragi-cómicas que pudieron haber tenido un mayor impacto de haber sido apoyadas correctamente por los medios técnicos básicos de la propuesta audiovisual: la fotografía, el sonido y la edición fallan constantemente, crean inestabilidad y una sensación de poca calidad audiovisual.

“A toda Madre”, de Arlet Films, nos sumerge con bastante fuerza en un tema muy potente, emotivo e importante como es la fuerza y entereza que caracteriza a toda madre soltera que saca adelante a sus hijos en las adversidades de nuestra realidad.

Sin embargo, deja la oportunidad de haberlo desarrollado mejor.

Tomando en cuenta que es una puesta en escena de situaciones, es de rescatar algunos buenos momentos actorales por la naturalidad de sus protagonistas, especialmente Luz María Flores, William Reyes y Agustín Palada.

Mayor sutileza en la promoción de las marcas patrocinadoras, diálogos más depurados, fallas técnicas en fotografía, sonido y edición se presentan como algunos de los principales retos para que Otro Nivel Producciones y Arlet Films consideren en su siguiente proyecto y así seguir contribuyendo a nuestro cine.

Es urgente en este tramo del camino dejar de pensar de manera paternalista con las producciones hondureñas que alcanzan los estratos comerciales y ser críticos y selectivos para exigir cada vez más, mejores estándares de calidad que puedan ayudar a avanzar hacia adelante nuestros objetivos de tener una buena plataforma audiovisual que nos lleve, más temprano que tarde, a pensar en la realidad de una industria de cine saludable en Honduras y en la región centroamericana.

Sugerencias

Lenguaje cinematográfico

“Pocos, locos y sueltos” y “A toda Madre” son dos piezas que, por su contenido, hacen resaltar en gran manera nuestra hondureñidad, pero como piezas audiovisuales están todavía lejos de aprovechar las sutilezas y la riqueza del lenguaje cinematográfico.

Actores al rescate de un filme

“A Toda Madre”, de Arlet Films, nos sumerge con bastante fuerza en un tema muy potente, la fuerza y entereza que caracteriza toda madre soltera que saca adelante a sus hijos en las adversidades de nuestra realidad. Sin embargo, deja la oportunidad de haberlo desarrollado mejor.

Tomando en cuenta que es una puesta en escena de situaciones, es de rescatar algunos buenos momentos actorales por la naturalidad de sus protagonistas, especialmente Luz María Flores, William Reyes y Agustín Palada.

*Darwin Mendoza, es un cineasta hondureño, docente, investigador, crítico y curador independiente. Formado en cine (becario Fulbright): Master in Art, Documentary Film, Ohio University/CUNY New York City.