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Javier Suazo Mejía: “Un libro es un ente vivo, su redacción nunca termina”

Publicado originalmente en 2005, “Entre Escila y Caribdis” recibe su tercera edición. Su autor, Javier Suazo Mejía, ahonda en la naturaleza, decisión y alumbramiento detrás de la obra
05.05.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En estos tiempos en los que los lectores experimentan una creciente fascinación por la narrativa negra en todas sus variantes, Javier Suazo Mejía, a través de “Entre Escila y Caribdis”—una reedición “De gobernantes, conspiradores, asesinos y otros monstruos” (2005)—, hace un pulcro guiño al género. “Una historia de investigación detectivesca, una trama de intriga, corrupción y bajas pasiones”, ha dicho el autor hondureño, quien desvela a EL HERALDO el alumbramiento y construcción detrás de la obra.

¿Por qué reeditar “De gobernantes, conspiradores, asesinos y otros monstruos”?

Bueno, ese título tan largo fue una de las razones. De hecho, ya la segunda edición de la novela llevó el título actual, “Entre Escila y Caribdis”. Es así como se pensó titularla originalmente, pero hubo dudas sobre el efecto que este título causaría entre el público, pues se pensó que muchos no comprenderían su significado. La novela ha tenido muy buena acogida en las dos ediciones con el nuevo título, así que creo que al final sí llama la atención de los lectores y lectoras. La tercera edición obedece al deseo de esta prestigiosa casa editorial Casasola de hacer una edición de ella, a lo cual accedí con muchísimo gusto y que, además, me sirvió para pulir muchas cosas del texto que me parecieron convenientes. Un libro es un ente vivo, su redacción nunca termina, sobre todo porque ya publicado pasa a una reinterpretación del público, por ello, el libro viviente atraviesa varias ediciones, como es el caso de “Entre Escila y Caribdis”.

Hábleme más sobre “Entre Escila y Caribdis”

Escribí “Entre Escila y Caribdis” muy joven. Tendría yo unos 30 años, me llevó unos seis o siete redactarla. Luego, una peregrinación tortuosa para verla publicada. La mandé a casas editoriales extranjeras y hondureñas de las que recibí rechazo tras rechazo. Finalmente, ya sin nada que perder, fui a la Secretaría de Cultura de aquel entonces, 2005, en donde fui muy bien recibido por el poeta Pompeyo del Valle y por la licenciada Ubelia Celis, quienes tenían a su cargo la Dirección del Libro y el Documento. Con la autorización del ministro Arnoldo Avilés, ellos realizaron la impresión del interior de la novela, y mi amigo impresor, Gerardo Hernández, se hizo cargo de imprimirme la portada. Por su parte, el compañero Juan Antonio Medina Durón, de la UPNFM, tuvo a bien ayudarme a organizar el lanzamiento de la obra en el auditorio de esa casa de estudios.

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¿Cuál fue su base para decidir la trama? ¿“La Odisea” de Homero tiene algo que ver?

A inicios de los 90 vino a mi mente la idea de redactar una novela con fuerte protagonismo femenino y que interpretara nuestros conflictos y dilemas como sociedad, estudiando, como punto de partida, las dictaduras centroamericanas de mediados del siglo XX. Pero quería que fuera una novela emocionante, de suspenso e intriga. El dilema que plantea entre la revolución y la reforma como mecanismos de transformación social fue lo que llevó al título. Escila y Caribdis son dos monstruos míticos griegos, aparecen, en efecto, en la obra de Homero y representan la disyuntiva en una situación imposible, o muero de una forma o de la otra, que es la manera en que nuestros pueblos han tenido que vivir y sufrir ante el poder.

¿Cuál es el género determinado? ¿Dónde lo situaría usted?

El género principal de “Entre Escila y Caribdis” es el de novela negra. Una historia de investigación detectivesca, una trama de intriga, corrupción y bajas pasiones. Pero también se enmarca dentro de otros subgéneros como la novela de dictadores, las conspiraciones políticas, el humor negro y una pequeña, diminuta pizca de realismo mágico.

El libro está disponible en Amazon, Casasola Editores, Librería Guaymuras, Metromedia en Tegucigalpa, y en Librería OIM de San Pedro Sula.

Una de las cruzadas en las que se han visto inmersos los autores y autoras es la de poner un libro en formato electrónico, ¿cree que es la mejor estrategia?

A mi criterio, el libro electrónico es una magnífica opción. Es mucho más económico, se descarga de inmediato, se lee bien al tamaño de letra que uno prefiera y permite cuidar el planeta porque no se imprime en papel. Sin embargo, para que el público lo acepte y demande de manera masiva, al menos en Latinoamérica, falta todavía mucho por recorrer. Existen muchos prejuicios todavía en la mente de nuestros lectores y lectoras, y gustos aparentemente irreemplazables, como el olor del libro, la sensación de hojearlo, la certeza física de pertenencia. Pero para quien haya superado esos prejuicios, el libro electrónico es una magnífica opción.

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¿Prepara otro libro?

De hecho, varios, ya editados algunos, incluso otros con la redacción terminada, pero sin editar, y otros en proceso de escritura. La novela más próxima a publicarse por Casasola Editores es “Corre la sangre, doña Inés”, una novela histórica sobre un sangriento drama en la expedición del río Amazonas. También una novela de detectives o novela negra, dos poemarios, un ensayo sobre la anarquía como opción política y una novela sobre narcotráfico. Todas estas obras van muy avanzadas.

¿Prepara otro libro?

De hecho, varios, ya editados algunos, incluso otros con la redacción terminada, pero sin editar, y otros en proceso de escritura. La novela más próxima a publicarse por Casasola Editores es “Corre la sangre, doña Inés”, una novela histórica sobre un sangriento drama en la expedición del río Amazonas. También una novela de detectives o novela negra, dos poemarios, un ensayo sobre la anarquía como opción política y una novela sobre narcotráfico. Todas estas obras van muy avanzadas.