Siempre

El artículo de Octavio Carvajal: ¿Los tres jinetes?

En política no hay amigos ni enemigos. O todos en la cama o todos en el piso. Los tres jinetes sueñan retener y amasar autoridad a como dé lugar

14.03.2021

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-En medio de pandemia, huracanes, corrupción, tráfico de drogas y borrachera de poder, mañana, al celebrar elecciones primarias, adeptos de los partidos Liberal, Libre y Nacional “elegirán” a sus “ídolos” para llevarlos, en noviembre próximo, a “computar” diputaciones, alcaldías, regidurías y el más apetecido sitial presidencial. Tres jinetes asomarán retando al norte. Hasta Sputnik salió de parachoques.

Sufragios en los que, igual que todos, priman apetitos personales, de grupo y no el bien común. Las balanzas caerán por los pesos y no por cancioncitas y bailes tontos. Las mentes débiles se inclinan por el cerco de miseria o, en su caso, porque bocas insaciables no tolerarían volver a la miseria o morir tras los barrotes. Estar o consolidar el trono será crucial para eludir las campanas en cuatro paredes.

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Caballos

Y, mañana, de pronto, es un día raro, pues por primera vez en cien años, los hondureños, sean solo adictos o no, escogerán y votarán por sus “galanes(as)”, con un país sumido en una severa crisis nacional, desde coronavirus, la seria pudrición estatal, narcotráfico y una fila eterna de ciudadanos con los bolsillos rotos, sin trabajo, sin ilusiones de nada.

Pero más allá de lo extraño que resulte este día -topados en todo tipo de adelantos- el votante se queja por todo, se ciega por los mismos de siempre, pero, hoy, serán reales salvavidas para ciertos actores que, en triángulo, son non gratos por el imperio y estas elecciones serán vitales para armarse, hacerse un nudo y retarlo bajo cualquier treta. Se valdrán de lo que sea para hacerse valer.

Vemos claramente que piezas de ajedrez calzarán casi de manera exacta, con pequeños errores de cálculo, en cuadros electorales del último domingo de noviembre de 2021 donde los tres jinetes, de pronto uno tapado por otro galán, operen hilos para decidir cómo se atarán. Lo que diga el norte poco les importaría si se blindan. Aquí cualquier cosita puede suceder; especular es posible y muy común.

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Yerros

Si medio mundo elucubra, ¿por qué no hacerlo nosotros? ¿O solo ustedes son precisos, iluminados? Políticos, empresarios y sus periodistas, desde la guerra fría hasta la fecha, casi son los mismos árbitros; todo lo saben y todo lo pueden en ardides. ¿Sabían de los tres jinetes o del caballo de Bolívar?, armaduras capitales para no errar en el plan.

Los llamados “constitucionalistas” que babean en onerosos micrófonos, tarareando reglas, calcándolas en sus “brillantes” artículos de opinión que luego olvidan al pesarlos de bolsa en bolsa, deben, por su “probado seso”, estar al tanto de lo que podría gestarse en mentes aviesas de “alto nivel” para evitar la caída ruidosa de héroes que halan las cuerdas de los equinos. Nomás teorizamos, es nuestro derecho exponer sobre los torcidos que hablan derecho.

Curioso, quienes por milagro salgan “electos” en los escrutinios de mañana, tal vez figuren en las planillas próximas a la Navidad del año lectivo, a menos que algo repentino suceda previo a esos días. En cambio, nos desvían el riel. O escriben de un “dios” o saltan hocicando, alabando neciamente muertos porque desde golpes militares lactan de la teta estatal. ¡Las vacas sagradas!

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Asaltos

Con la sapiencia de ustedes, viendo y confiando ciegamente en sus “creaciones”, ideamos que saben todito de estos tres jinetes que, insistimos, no duermen cuadrando cifras electorales, bancarias y los graves riesgos geopolíticos que asoman si no enfilan y cargan baterías para contrarrestar próximas acometidas -por ahora- casi ineludibles. De aliados a enemigos del imperio.

Nomás conjeturas que, desde luego, solo son lícitas en mentes de “doctores” como ustedes, siempre dueños de la razón en pasillos políticos y empresariales mojados por sus lenguas viperinas vistas como grandilocuentes, coherentes con los antojos de quienes ponen precio al aparejo en el disparejo camino donde los poderosos acoplan intereses uniéndose silenciosamente al sectario “enemigo”.

Los jinetes harán lo que tengan que hacer para resguardar sus haciendas a costa de lo que sea. Hoy nosotros, mañana nosotros y siempre nosotros. Si las reglas del juego cambiaron afuera, adentro harán los acomodos para respirar. La mirada, igual, la clavaron en Sputnik. Si el color cambió allá, aquí cambian los remedios. Buen provecho y que les llegue hasta el pecho queridos jinetes.