Antes de esta veintena de poemas, otros inéditos fueron hallados tras la muerte de Neruda. En 1980 se publicó “El río invisible”, una recolección de prosas y poemas de juventud del poeta organizados por su viuda, Matilde Urrutia. Las notas estuvieron a cargo de Jorge Edwards. En 1996, en tanto, se lanzó “Cuadernos de Temuco”, un hallazgo de Bernardo Reyes, quien curó el volumen: encontró las fotocopias de los verdaderos cuadernos, escritos en los años 20.
Con Matilde Urrutia, el amor de su vida, su compañera, su musa y a quien dedicó la mayor parte de su obra.
La publicación del poemario también coincide con el 90 aniversario de una obra cumbre: “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”.
Con su entrañable amigo, el recientemente desaparecido Gabriel García Márquez.
“Confieso que he vivido”, uno de los libros reconocidos del autor chileno.