Tegucigalpa, Honduras
La escritora chilena Isabel Allende afirma que tiene en su biblioteca cinco obras favoritas que recomendaría gustosa a un lector ávido de saber y de aprender.
El primero es “Las mil y una noches”, una historia que, según ella, marcó su inicio en el erotismo y la fantasía y en el vicio de contar cuentos.
“Recuerdo que es un libro que leí escondida en un armario, con una linterna, en el despertar de la adolescencia”, cuenta.
El segundo es “Las venas abiertas de América Latina”, de Eduardo Galeano. Susant que sequas “Este ensayo donde el gran escritor uruguayo analiza la historia de América Latina, desde la colonización europea hasta la era contemporánea, cayó en mis manos en el 69 y definió mis ideas políticas”. Y fue el libro que la acompañó en su exilio en Caracas en 1973.
La tercera historia en su lista es “La mujer eunuco”, de Germaine Greer, un beteseller que leyó en 1971 y que la deslumbró con su brillante y desenfadado alegato sobre el feminismo. En el cuarto puesto de su lista está “Cien años de soledad”, de Gabriel García Márquez, el cual leyó diez años antes de escribir su primera novela.
Y el último es The Cloister Walk, de la poeta estadounidense Kathleen Norris, un relato de autoayuda de una búsqueda interior y una práctica espiritual.
