Las farmacias y bodegas de ocho hospitales públicos de Honduras y de otros dos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) permanecen resguardadas desde este miércoles por elementos de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina).
Militares y policías custodiaban los centros asistenciales desde tempranas horas. En Tegucigalpa fueron intervenidos el Hospital General San Felipe y el Instituto Nacional Cardiopulmonar, más conocido como El Tórax.
Además, los agentes policiales y militares hicieron presencia en el Hospital de Especialidades del IHSS en el barrio La Granja.
Mientras al Hospital San Francisco de Asís de Juticalpa fueron asignados elementos de la 115 Brigada de Indantería y efectivos de la Policía Militar.
También se encuentran bajo reguardo el Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula, el Regional de Occidente en Ocotepeque, los hospitales de Atlántida en La Ceiba, Santa Teresa de Comayagua y del Sur en Choluteca.
La medida también abarca los centros de Salud Alonso Suazo y el Odilón Renderos (en la colonia Villa Adela), en la capital, al igual que el Miguel Paz Baraona de San Pedro Sula.
La intervención fue anunciada ayer por el presidente Juan Orlando Hernández con el objetivo de 'cambiar la forma de almacenar, de distribuir y de entregar el medicamento al pueblo'.
En la primera etapa de la intervención se prevé que las Fuerzas Armadas y el nuevo personal civil “estarán interviniendo para ir revisando todo lo que es la existencia de medicamentos”.
Además será intervenido el Almacén Central de Medicamentos de la Secretaría de Salud de Honduras.
