Honduras

Enrique Ortez Sequeira renuncia al TSE

El magistrado dijo que pagó el precio político por no sujetarse a las instrucciones de ciertos 'señores feudales' de su propio partido. Durante las negociaciones por la presidencia del CN, se consumó su retiro.

FOTOGALERÍA
31.03.2014

El magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Enrique Ortez Sequeira, aseguró este lunes que 'por arreglos políticos entre el Partido Nacional y Liberal' no fue reelecto en su cargo.

Ortez dio estas declaraciones tras presentar su renuncia ante el Congreso Nacional,
a dos meses de que finalice su período en el TSE.

De acuerdo a Ortez, 'hubo un gran entendimiento de las fuerzas políticas del PN y PL para elegir a la junta directiva del Congreso Nacional', en la que se pidió que él no siguiera en el cargo.

Agregó que en la reunión participó el presidente Juan Orlando Hernández, quien reconoció el trabajo hecho por los magistrados, además de la credibilidad lograda por el organismo ante la comunidad nacional e internacional, por lo que recomendó 'dejémoslo'.

'Y alguien se paró y dijo 'no, si quieren que haya arreglo hay que quitar a Enrique Ortez Sequeira del puesto, si lo dejan a él no hay arreglo político', según me comentan fue Carlos Flores Facussé', reveló el exmagistrado.

Asimismo, lamentó que el TSE ha ido perdiendo la supremacía en los temas electorales, pese a que ese es el mandato que le confiere el Estado hondureño.

Ortez recordó la disputa por la alcaldía de San Luis, Comayagua, que el TSE emitió un resolución luego de seguir el procedimiento que indica la ley, pero la Corte Suprema de Justicia dijo que 'lo que se hizo estuvo mal hecho' y le concedió la victoria a otro de los candidatos.

“No se trata de
Enrique Orte
z porque va a terminar su período en mayo, se trata de que esa nueva conformación de fuerzas políticas en el Congreso Nacional, tal como lo establece la Constitución de la República, debieron haber electo el nuevo TSE y eso está incluso en los informes de la Unión Europea”, se quejó el magistrado.

Y es que a cinco días de que finalizara la anterior legislación, en enero pasado, el Congreso eligió a nuevos magistrados del TSE
y a las nuevas autoridades del Registro Nacional de las Personas (RNP).

Ortez quedó fuera del TSE
y en su lugar asumirá el también liberal Erick Rodríguez.

En ese sentido, el funcionario criticó que se realizara una elección anticipada por el anterior Congreso, a pocos días de terminar su período, lo que fue 'algo nunca antes visto'.

Agregó que no se puede seguir atropellando la estructura jurídica y la Constitución de Honduras, que establecen los mecanismos para escoger a los magistrados del TSE, pero 'por primera vez en la historia, un mismo Congreso Nacional eligió a dos tribunales electorales'.

Dijo que “lo que pasa es que a veces uno paga un precio político y el precio que se paga es por no obedecer instrucciones'.

El magistrado recordó las dificultades que se enfrentaron en las dos elecciones primarias y generales en Honduras, pero que a la clase política todavía le falta mucho para recoger el mensaje que dejaron las urnas.

“Hay que reconocer que dentro de los partidos políticos aún hay fuerzas feudales que quieren que uno obedezca a pie juntillas sus instrucciones y cuando no se obedece se paga un precio político”, reiteró.

En ese sentido, cuestionó a Erick Rodríguez, su sustituto en el TSE, quien fue candidato a diputado y querían 'que lo metieran a la fuerza' en el conteo oficial, pero al no obedecerse la instrucción tuvo que pagar el precio político.

Ortez también arremetió contra su propio instituto político, que está en un momento de crisis y perdió las elecciones, pese a llevar al mejor candidato presidencial, porque 'todavía hay señores feudales que manejan el partido”.

Sin embargo, aseguró que deja el cargo con la frente en alto y que al momento de presentar su renuncia dará los nombres de 'los señores feudales', quienes tienen medios de comunicación.

Al saber que sería el único magistrado que no fue reelecto para seguir en el TSE, Ortez dijo que 'de repente no le caí bien a nadie'.