Honduras

Juan José Pineda buscó relaciones inapropiadas con seminaristas

El obispo de 57 años, está en el centro de las acusaciones de abuso sexual y mala conducta financiera

20.07.2018

TEGUCIGALPA, HONDURAS

En mayo de 2017, el papa Francisco fue informado de que dos ex seminaristas hondureños denunciaban mala conducta sexual por parte del obispo auxiliar de Tegucigalpa, Juan José Pineda Fasquelle, a quien este viernes 20 de julio de 2018, Francisco le ha aceptado su renuncia.

El obispo de 57 años, está en el centro de las acusaciones de abuso sexual y mala conducta financiera en la arquidiócesis, según publicaciones de L'Espresso, Vatican News y Il National Catholic Register. Es así que Jorge Mario Bergoglio decidió enviar a Honduras al obispo argentino retirado Jorge Casaretto para investigar dichas irregularidades.

Casaretto, habría obtenido testimonio de más de 50 testigos, incluyendo personal diocesano y sacerdotes; además constató de una vida de lujos que incluyen coches caros, viajes en primera clase y fondos de gobierno (1.3 millones de dólares) durante el gobierno de Pepe Lobo (2010-2014) para proyectos de la iglesia como 'Fundación para la Educación y la Comunicación Social' y a la 'Fundación Suyapa'.

Una fuente con conocimiento del caso le dijo al Il National Catholic Register el 20 de julio que 'hemos estado esperando este día en Honduras'. El anuncio de hoy significa que 'aquellos que han sufrido obtienen justicia parcial', agregó.

'La Iglesia ha dado pasos en el camino de la verdad'. Pero lamentó que el obispo Pineda siga siendo obispo y que la jerarquía 'siga cubriendo a estos abusadores', aunque no revelaron el nombre de la fuente.

Pineda, quien buscó relaciones inapropiadas con seminaristas en Honduras, ha pedido perdón este viernes ante estas acusaciones, tras hacer pública una carta, luego que el papa Francisco aceptara públicamente su renuncia.

Pineda Fasquelle era el principal auxiliar del cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, uno de los principales asesores del papa en el Grupo C9 (que trabaja en la reforma de la Iglesia Católica), y su caída significa un golpe para el arzobispo hondureño.

Maradiaga frecuentemente dejaba la arquidiócesis en manos de Pineda debido a sus obligaciones como miembro del círculo íntimo de asesores del papa. Además, sus problemas de salud le obligaban a buscar atención médica en el exterior.