La cocora

Una tesis mía no científicamente probada especula que en Honduras no es que no haya empleo sino que es muy mal pagado y de allí la migración”

  • Actualizado: 27 de enero de 2025 a las 00:00

Barato señor, con la ordinarez y brillantez de ciertos pencos norteamericanos llegados a Honduras (los alcohólicos y perturbados O’Henry -1897) y Eugene O’Neill -1909) y luego a Nicaragua con William Walker (cruel, culto, racista, suave) y otros para quienes se acuñó el despectivo término gringo (“green coat” por los uniformes), compañeros de quienes en diversas eras invadieron
-dentro de las oleadas de la doctrina del Destino Manifiesto- México, Cuba, Guatemala, Honduras, Nicaragua... Tome un mapa y vaya marcando agresiones yanquis de arriba hasta abajo país tras país...

Hablamos de don Donald Trump, ya sabemos, quien tiene revuelto al mundo de hoy no por lo que va a modificar en su patria, al fin es su derecho, sino por sus amenazas a diversas naciones del orbe. Que compra Groenlandia, que recupera Panamá, que impone sanciones y fija aranceles. Dicho todo con la más cruda y vulgar soberbia, sin respeto a otros Estados ni sus tradiciones y derechos y, como expresó el otrora primer ministro de Canadá, Jean Chrétien, a lo grosero, con matonería.

La época, empero, no es la misma de años previos. China es potencia inevitable, Rusia se fortalece en vez de disminuir y forja sólidas alianzas, a los BRICS ya nada los para, los pueblos amenazados resisten, en tanto que los humillados europeos se dan cuenta de que si hubieran sido menos sumisos y lambiscones ante confrontaciones económicas y de guerra a que los orillaron, su posición sería de fortaleza y valor.

Cocora no es término centroamericano. Aparte de un lugar así nombrado en el Quindio colombiano, es igual una indígena sagrada y altísima palma (Ceroxylon quindiuense) y un hondureñismo que, según el erudito Atanasio Herranz en el “Diccionario de americanismos”, es mayormente usado para asustar a los niños con una presencia no definida que hace daño: “te portas mal y aparece la cocora; iba tragueado y me salió la cocora”. Sinónimos: coco, cuco, fantasma, espantajo.

Mister Trump es cocora moderna, impredecible péndulo damoclesiano de los tiempos. Quien cree que no puede devolvernos doscientos mil migrantes en dos semanas va loco pues le bastaría solicitar cien aviones de su fuerza aérea para amontonar en ellos, como animales deportados, a los catrachos , lo que sin duda acarrearía serios perjuicios sociales y económicos a la república, siendo lo más grave que hasta el momento a ninguna autoridad se le haya ocurrido elaborar un plan preventivo del desastre, respuestas a la potencial crisis, una de las cuales debe ser incentivos para que, con mejores salarios, la empresa privada absorba a esa fuerza laboral rudamente desplazada.

Una tesis mía no científicamente probada especula que en Honduras no es que no haya empleo sino que es muy mal pagado y de allí la migración. Acerca de lo cual ya se dio un caso certificado y es que el rubro de la construcción incrementó los sueldos de albañiles y operarios en 31% (2024) a fin de conservar su potencial mano de obra.

Trump está recibiendo ya los primeros reveses. Una unión regional mesoamericana puede ser otro, en particular si tenemos algo con que, a pesar de la bravata, negociar, como la valiosa base de Palmerola, hoy más centro de inteligencia ístmica que guerrera. Ingenuo el que imagina que el imperio es ingenuo.

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Infórmate sobre las noticias más destacadas de Honduras y el mundo.
Te gustó este artículo, compártelo
Últimas Noticias