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La CICIH y sus obstáculos

En la justicia de Honduras prevalece una gran debilidad institucional en su sistema, por lo que resulta complicado y difícil combatir la corrupción y la impunidad, evidenciando carecer de fortalecimiento en muchas aristas, por lo que el gobierno hondureño ha solicitado a la ONU la instalación de la Comisión Internacional contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (CICIH) para vigorizar el sistema.

La CICIH vendría a ser un generador de políticas que robustecen la cultura de transparencia y la rendición de cuentas.La ONU en Guatemala experimentó la expulsión de su organismo de anticorrupción, la Cicig, y ahora, la ONU con la CICIH busca adquirir fuertes asideros legales y constitucionales en Honduras para no volver a sufrir la misma suerte. Igualmente, la OEA en Honduras también experimentó el destierro de su Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih), que fue echada fuera del país por el gobierno anterior quien aprobó el convenio.

La Maccih en Honduras permaneció rodeada por sectores de la empresa privada, empleados públicos, militares, policías, diputados y políticos, quienes lograron su expulsión, estableciendo además un proceso para debilitar e impedir su acción penal mediante la aprobación de un conjunto de leyes y pactos de impunidad en el Congreso Nacional.

Los diputados que votaron por la expulsión de la Maccih, algunos fueron imputados en casos judicializados por la Maccih y un porcentaje de estos diputados aún tienen presencia en el actual Congreso Nacional y en otros escenarios de poder. Sumándose ahora, otros protagonistas entre ellos nuevos diputados que trataran entorpecer el proceso de instalación de la CICIH.

Debido a las expulsiones de los órganos anticorrupción de la ONU en Guatemala y de la OEA en Honduras, la ONU buscará que las estrategias y mecanismos de la CICIH sean blindadas y que el gobierno de Honduras brinde las facilidades para evitar caer nuevamente en otro escándalo de expulsión que desacredite tanto al gobierno de turno como a la ONU, circunstancia que causaría frustración y desesperanza en el pueblo hondureño.

En distintos niveles fuera y dentro del gobierno existen estructuras corruptas que hacen resistencia para disminuir la capacidad de la CICIH de investigar, perseguir y sancionar. Estos grupos de personas con poder institucional son los principales obstáculos que buscan neutralizar la instalación y la funcionalidad de la CICIH.

Permitir el fracaso del esfuerzo institucional para montar la CICIH no sería un error de pasadas administraciones, sino que sería totalmente responsabilidad del actual gobierno, resultando en unas graves crisis superpuestas de problemas institucionales, económicos, corrupción, violencia, violación a los derechos humanos, desempleo, pobreza, hambre, corrupción y migración masiva.

De malograrse las negociaciones para la instalación de la CICIH, significaría entonces una caída estrepitosa en términos de credibilidad y reputación del gobierno de Xiomara Castro, del Partido Libre o del “Melismo”. Queda planteado.