“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra”: 2 de Crónicas 7:14 (Reina Valera 1960).
En Honduras el próximo sábado, 16 de agosto, el pueblo cristiano temeroso de Dios marchará por la nación hondureña en ayuno, alabanza, adoración, oración e invocando al Dios creador de los cielos y la tierra; al Dios Eterno; clamando por su misericordia y justicia para que se celebren elecciones generales seguras, libres, transparentes, sin trampa y sin fraude.
Igualmente, proteger al pueblo elector de las maquinaciones perversas de hombres y mujeres que pretenden mantenerse en el poder a cualquier costo, sea por extorsión; por la fuerza militar, paramilitar y policial; fraude electoral; violencia y hasta de muerte.
El pueblo cristiano, los que no se avergüenzan del evangelio de nuestro Señor Jesucristo, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, marchará por las calles y avenidas de las ciudades, en las aldeas y caseríos, intercediendo por Honduras y su pueblo para que Dios nuestro Padre Celestial establezca su justicia, sus juicios, su verdad y desde el cielo revele su desagrado contra toda impiedad de hombres y mujeres que detienen con injusticia la verdad.
Los hijos del Dios Altísimo guiados por el Espíritu Santo marcharán y clamarán en su angustia al Dios fuerte y eterno nos libre de nuestras aflicciones en el nombre de nuestro Señor Jesucristo y envíe su palabra nos sane y nos libre de la ruina.
Honduras está herida, su pueblo gime bajo el peso de la injusticia, la corrupción, la mentira y la opresión y clama a Dios por su misericordia. Claman al Dios Todopoderoso, el que quita y pone reyes y exalta a los justos.Esta será, además de una caminata, un acto profético, será una declaración en el mundo espiritual que el pueblo santo de Dios clamará por justicia y verdad, levantará su voz contra la impiedad, la iniquidad, el robo, el engaño, el abuso, la extorsión política, y la perversión moral que gobierna las instituciones. Los que hoy gobiernan con soberbia, los que se burlan y desafían a Dios, los que consultan brujos y hechiceros, los que distorsionan la justicia, los usurpadores, los que a lo bueno llaman malo y a lo malo bueno, a los que pisotean al pobre y traicionan la patria, deben temblar. El brazo del Altísimo los alcanzará, porque cuando su pueblo con corazón contrito y humillado ora y clama, Él desciende con fuego, con espada, con juicio, con gloria.No se equivoque, Dios no puede ser burlado, todo lo que el hombre siembra, eso cosechará. Queda planteado.