No es fácil alejarse de una atmósfera contaminada, separarse y conocer los vientos que la cruzan y confunden al espectador. El análisis de cualquier condición social exige la imparable honestidad de quien desea el bien para los ciudadanos y de allí el esfuerzo por esclarecer lo real. Agregado a que uno igual tiene su inclinación como persona y puede involuntario orientar a su campo el dedo índice de la verdad...
Rivalizan en justa electoral (para desprestigio titulada electorera) tres básicos partidos políticos pero eso no es real. El enfrentamiento se da entre dos clásicas fuerzas: una conservadora reaccionaria (que no propone sino acepta o rechaza propuestas ajenas), caracterizada por usufructuar el maravilloso poder del Estado para legislar en beneficio de minorías plutócratas, es decir de dinero, bien ideada por cierto, y otra de reciente aspiración ideologizada y convertida en partido (Libre) que a pesar de sus nobles ambiciones históricas es aún débil. Uso el plural “históricas” porque el movimiento liberal primario de la revolución francesa, científicamente estructurado luego por el Liberalismo de Comte y facturado en el siglo XIX como práctica y Estado de Bienestar, se transformó en Social Democracia en los países nórdicos, que es en síntesis un socialismo, échele usted los denuestos que quiera. Tras buscada paz Suecia, Dinamarca, Noruega y Finlandia consiguieron sin aspavientos autoritarios y sin citarlos como fuentes paternas, lo que Marx y Engels desearon para la humanidad. Ni la inteligencia armada mayor del mundo, EUA, ha alcanzado jamás la equilibrada justicia del norte europeo.
Pero entonces emergen por Honduras ciertos licenciados semianalfabetos en lo académico como ignorantes absolutos en ciencia política, que se imponen cual dirigentes de la escena social y que abogan por cambios al revés y por luchas y combates pasados de moda. Transformaciones absurdas como convertir a Honduras en territorio de EUA (proyecto que es delito) y retornar la Biblia a las escuelas, o bien obsoletas diligencias que renuevan la guerra fría acabada en 1990 o, peor, enfrentamientos contra un difunto comunismo que no existe, una URSS que fracasó, un dogma stalinista que nadie sigue o la entrega vergonzosa de la soberanía a poderes en decadencia.
La academia primaria, el retraso ideológico, o más bien la oscuridad mental de tales sujetos es horrorosa y apabullante... sumado a que su aspiración ridícula es arbitrar la nación. Se acompañan con diseñadas e irresponsables campañas de intoxicación popular, desde donde divulgan a diario mentiras, inventos, interpretaciones camufladas, infladas alarmas de horror. ¿Cuántas veces oyó usted en recientes semanas que están en grave peligro las elecciones de noviembre? ¿O que habrá continuismo, represalias de Trump, golpe de Estado, cierre del congreso, asamblea constituyente, devaluación, carestía de divisas, cuanto más?
Existen dificultades, incluso trampas que se van superando y las superaremos. Pero lo que estos baturros tratan no es elevar la patria al concierto de las naciones sino hundirla en tal desesperación, confusión e incertidumbre que se les rinda el poder. Traidores, hijos que obvio no de dios...
