Unos creen que la vida comienza a los 40, otros a los 50... para mí la vida empieza todas las mañanas cuando despierto. Madurar. Creo que madurar no significa ser una persona seria, mucho menos aburrida. Madurar es poder jugar, tontear, bromear, sonreír como un niño, pero recordando nuestras responsabilidades, aceptar que ya no somos niños, pero sin olvidar que alguna vez lo fuimos. Para qué juntarse con lobos y aprender a aullar si puedes juntarte con estrellas y aprender a brillar. Una gema no puede ser pulida sin fricción, ni un hombre perfeccionado sin pruebas. No podemos cambiar las actitudes de los demás, pero podemos elegir no dejarnos afectar por ellas. Cuando el ojo no está bloqueado, el resultado es la visión. Cuando la mente no está bloqueada, el resultado es la sabiduría, y cuando el espíritu no está bloqueado, el resultado es el amor. Cuando le deseas el bien a los demás, las cosas buenas también llegan a ti. Es la ley de la vida. Estudiarse a sí mismo es el arte más difícil. El que es feliz, se le nota: no critica, no envidia, no juzga, no busca pelea, no fastidia y no se muere por ser el centro de atención.
Nueve cosas por las que no debes sentirte culpable: decir “NO” cuando lo sientas. Consentirte con lo que te guste hacer. Cancelar planes porque no tienes ganas. Dejar a un lado la gente que no te hace bien. Renunciar a un trabajo que no te hace feliz. Comer lo que se te antoja. Poner límites a los demás en tu vida. Expresar tu punto de vista. Que te valga un cinco lo que la gente diga.
Seis pautas claves: cuando estés solo, cuida tus pensamientos. Cuando estés con amigos, cuida tu lengua. Cuando estés enojado, cuida tu temperamento. Cuando estés en grupo, cuida tu comportamiento. Cuando estés en problemas, cuida tus emociones. Cuando empieces a tener éxito, cuida tu ego.
Disfruta tu tiempo porque el tiempo no vuelve, lo que vuelve es el arrepentimiento de haber perdido el tiempo.