Por Esther Zuckerman /The News Times
Hace unos tres años, el director James Gunn intentaba descifrar el arco argumental de lo que se convertiría en su nuevo éxito de taquilla, “Superman”. Entonces adoptó un perro.
Al zarrapastroso perro rescatado le puso Ozu, en honor al cineasta japonés conocido por sus obras serenas. De unos ocho meses de edad, el perro no era nada pacífico. Tras sobrevivir a una situación de almacenamiento compulsivo, Ozu le tenía miedo a los humanos y era intensamente destructivo. Mordisqueó muebles, zapatos y una computadora de 10 mil dólares.
Gunn se dio cuenta de que si Ozu hubiera tenido superpoderes, el daño habría sido aún peor. “Fue ahí donde la película se consolidó para mí”, dijo.
Gunn decidió que su Superman no sólo tendría un perro, sino un perro malo. Escribió la secuencia inicial en la que Superman (David Corenswet), derrotado por primera vez en su vida, llama al can Krypto para que lo ayude a llegar a la Fortaleza de la Soledad. Krypto salta sobre su amo, causándole más dolor antes de cumplir con su deber.
“El universo en el que normalmente vemos a Superman en las películas suele ser este superhéroe solitario y serio, y luego gente, y eso es todo”, dijo Gunn. “Este Superman existe en un universo diferente donde hay perros voladores”.
El cachorro de Gunn se convirtió en el modelo físico de Krypto, quien fue generado por computadora para poder surcar los cielos y atacar a los villanos. Krypto es un poco más grande y es blanco en lugar de gris, pero por lo demás es un clon.
Krypto apareció por primera vez en los cómics en 1955, y aunque nunca ha aparecido en ninguna de las películas de acción real de Superman, Dwayne Johnson le dio voz en la película animada “Liga de Supermascotas” (2022). Gunn no profundiza en la historia de Krypto en “Superman”, pero sí tiene planes para él, incluyendo un papel en “Superchica” del próximo año.
Gunn quería que Krypto se pareciera lo más posible a su propia mascota, así que el primer paso fue un escaneo 3D. Ozu, que ahora se porta mejor que antes, “odió” el proceso, dijo el director, explicando: “Tiene que pararse en esta mesa y luego hay un globo de cámaras a su alrededor. Le toman fotos y lo movemos un poco para que lo capte de todos los ángulos”.
Aunque al principio Ozu desconfiaba de los humanos, enseguida se hizo amigo del gato de Gunn. “Cuando Krypto salta sobre Superman al principio de la película, todo está basado en imágenes de él jugando con mi gato”, dijo.
Ozu parece tener sentimientos encontrados respecto a su trabajo como modelo. Gunn publicó un video en Instagram de Ozu ladrándole a Krypto. Esto ocurrió repetidamente durante la edición.
“Viene de rayo desde el otro lado de la casa y corre a la oficina para ladrarle a Krypto”, dijo Gunn. “Durante dos años, le ladró a Krypto en pantalla”.
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