Por Isabella Kwai/ The New York Times
LONDRES — Torres de piedras, apiladas cuidadosamente por excursionistas, llenaban las crestas cubiertas de hierba de la antigua ruta de senderismo en el Distrito Peak, en Inglaterra. Stuart Cox, refunfuñando, pasó de una en una y las derribó.
“¡Miren esto!”, dijo en una excursión reciente, con una maldición. “Lo que haré ahora es destruirlas todas”.
Cox vive cerca de la ruta de senderismo Mam Tor, unos 30 kilómetros al sureste de Manchester. Quiere que los excursionistas que visitan Mam Tor, una de las rutas más pintorescas de Inglaterra, dejen de apilar piedras, una práctica que él y otros conservacionistas consideran perjudicial para el medio ambiente.
En mayo, Cox, de 57 años, provocó un acalorado debate al publicar un video en el que aparecía derribando con una patada una serie de pilas de piedras. Las piedras habían sido tomadas de un antiguo muro, denunció, lo que no sólo perturbaba el hábitat de la zona, sino que también degradaba una estructura centenaria.
Las pilas de piedras han servido desde hace mucho tiempo para marcar tumbas o como guías de navegación en rutas de senderismo remotas. En muchos lugares, las autoridades de los parques las mantienen para ayudar a los senderistas. Ahora, las autoridades y los amantes de la naturaleza como Cox tienen un mensaje para los visitantes: no toquen las rocas.
Nuevos montones de piedras, apilados por excursionistas y fotografiados a menudo para redes sociales, se han vuelto preocupantes para los investigadores, quienes afirman que dañan el medio ambiente en torno a senderos en todo el mundo.
“Al mover las rocas, se perturba el hábitat de una multitud de especies”, afirmó Ricardo Rocha, profesor asociado de ciencias de la conservación en la Universidad de Oxford, citando caracoles, insectos, lagartos y plantas.
Los humanos “han dejado una huella suficientemente grande a nivel global y en la naturaleza”, afirmó. “No necesitamos dejar más”.
“No creo que la gente se dé cuenta del daño que causan al construir estas cosas”, afirmó Cox. Durante una visita, notó que alguien había quitado grandes losas de un sendero clave para que sirvieran de base para pilas de piedras, lo que, dijo, aceleraría la erosión del camino.
El National Trust, una organización sin fines de lucro que administra franjas de la campiña británica, incluyendo Mam Tor, ha pedido a los visitantes que dejen de construir pilas allí, argumentando que dañan un sitio histórico que incluye una muralla que data de la década de 1570.
Cox comenzó a publicar en redes sociales para difundir ese mensaje. El video donde aparece destruyendo las pilas generó fuertes reacciones, dijo. Muchos espectadores pensaron lo mismo: “¿Quién es este idiota y por qué está tumbando las piedras?”.
Algunos comentaristas se pusieron a la defensiva, diciendo que él no debería vigilar sus acciones. Pero le agradó que otros dijeran que habían aprendido algo para su próxima incursión en la naturaleza.
Cuando regresó a Mam Tor este mes, vio que los cientos de piedras que solían cubrir el césped de la colina habían sido devueltos cerca de la muralla. Tiene la esperanza de que su campaña en redes sociales haya tenido algo que ver.
“No se necesita mejorar la belleza de la naturaleza”, dijo.
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