Por Adam Satariano y Paul Mozur/ The New York Times
RIAD, Arabia Saudita — En el noroeste de Arabia Saudita, un centro de datos proyectado de 5 mil millones de dólares proporcionaría la suficiente potencia computacional para que programadores en lugares tan lejanos como Europa desarrollen inteligencia artificial. En la costa opuesta del País, otro complejo multimillonario planeado podría ser utilizado por desarrolladores de IA en Asia y África.
Durante generaciones, Arabia Saudita exportó petróleo. Ahora busca exportar uno de los recursos más codiciados de la era digital: la potencia computacional.
El Príncipe heredero Mohammed bin Salman está aprovechando la oportunidad para convertir la riqueza petrolera de Arabia Saudita en influencia tecnológica. Pocas naciones pueden igualar la energía barata, la riqueza y los vastos territorios del reino, ingredientes que las empresas tecnológicas necesitan para operar centros de datos de IA.
Arabia Saudita ha estado negociando con gigantes tecnológicos de EU el uso de sus futuros centros de datos.
El Príncipe Mohammed creó Humain en mayo y quiere que maneje cerca del 6 por ciento de la carga de trabajo mundial de IA en los próximos años. Hoy Arabia Saudita maneja menos del 1 por ciento.
El reino está construyendo tres importantes complejos de centros de datos dirigidos a empresas extranjeras, que podrían resultar al menos 30 por ciento más baratos para la labor de IA que EU, dijeron ejecutivos sauditas. Los permisos de construcción se otorgan en cuestión de semanas, y cables submarinos y redes de fibra óptica ponen al alcance a aproximadamente 4 mil millones de personas en tres continentes.
Los planes del reino ponen a prueba una política exterior de EU que utiliza el acceso a chips avanzados de inteligencia artificial para alejar a los países de China. Durante la visita del Presidente Donald J. Trump a Riad en mayo, se dio luz verde a empresas estadounidenses para vender chips de IA a Arabia Saudita, pero Washington aún no ha emitido una autorización definitiva entre preocupaciones por los vínculos de Riad con Beijing.
Lo que está en juego va más allá de la capacidad de Arabia Saudita para transformar su economía de ser un Estado petrolero. El Príncipe Mohammed quiere usar la IA para ejercer la misma influencia que su reino ha disfrutado gracias al crudo.
El Príncipe Mohammed fundó Humain con el objetivo de convertirla en el equivalente en IA de Aramco, el gigante petrolero saudita. Respaldada por el fondo soberano de Arabia Saudita, valuado en un millón de millones de dólares, Humain combinó iniciativas de IA ya en marcha con la expansión a nuevas áreas. En mayo, la compañía anunció que construiría centros de datos, invertiría en startups y desarrollaría servicios de IA.
Desde entonces, Humain ha anunciado tratos para comprar semiconductores a Nvidia, AMD y Qualcomm. Firmó un acuerdo de 5 mil millones de dólares con Amazon para construir infraestructura de IA. También lanzó un chatbot en árabe, así como una laptop con IA y una herramienta para tomar notas en juntas.
Las preocupaciones sobre derechos humanos, que antes disuadían a algunas empresas, se han disipado en gran medida. Arabia Saudita apuesta a que las empresas tecnológicas no podrán resistir su electricidad barata y está expandiendo su red eléctrica.
En reuniones este año con funcionarios sauditas en Washington, funcionarios estadounidenses expresaron su preocupación de que Arabia Saudita no tomara suficientemente en serio sus inquietudes sobre las amenazas a la seguridad provenientes de China, dijeron dos personas con conocimiento de las negociaciones.
Durante la visita de Trump a Riad en mayo, Humain recibió una aprobación preliminar para comprar 18 mil chips de IA a Nvidia, con más pedidos previstos. DataVolt, una empresa propiedad de un conglomerado industrial saudita que está construyendo un centro de datos cerca del Mar Rojo, también recibiría una cantidad. Sin embargo, aún no han sido aprobadas las ventas finales.
Humain y DataVolt afirmaron que no permitirían que empresas chinas utilizaran sus centros de datos. Pero Aramco está utilizando software de IA de DeepSeek, la empresa china de IA, en uno de sus centros de datos. Una firma de inversión parcialmente propiedad de Aramco ha invertido en ZhipuAI, una destacada empresa china de IA.
Algunos funcionarios estadounidenses argumentan que lo mejor es que la tecnología estadounidense compita con la china sin restricciones de seguridad. De ser así, Arabia Saudita podría ser uno de los primeros países donde coexistan y compitan importantes infraestructuras de IA estadounidenses y chinas.
Vivian Nereim contribuyó con reportes a este artículo.
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