La Organización de Estados Americanos (OEA) no posee facultades para intervenir en la crisis en Paraguay, dijo ayer el secretario General José Miguel Insulza, en la antesala de la reunión del organismo en la que se analizará la destitución de Fernando Lugo.
“La OEA no tiene facultades de intervención, nadie tiene facultades de intervención. Lo que se puede hacer es buscar, a través de distintas medidas, que haya un acercamiento entre las partes en un país y pueda haber un acuerdo”, declaró Insulza, vía telefónica, a la radio chilena Cooperativa.
Para el titular de la OEA, no será fácil encontrar una solución “cuando los hechos ya se han producido”, pero ve como una salida democrática las elecciones que se realizarán en Paraguay el próximo año.
“Tenemos un conflicto ahí y lo mejor es buscar formas de que ese conflicto se vaya aplacando y se vaya tranquilizando, y se vaya metiendo por causes normales hasta que haya elecciones, para que podamos tener una salida democrática y constitucional a la crisis”, afirmó.
Lugo fue destituido en un sumarísimo juicio político que el Senado paraguayo realizó el viernes, y que luego designó al vicepresidente Federico Franco como su sucesor, lo cual ha recibido un marcado rechazo de varios gobiernos latinoamericanos.
Insulza aseveró que si bien el juicio contra Lugo fue avalado por la Constitución paraguaya, “al presidente (Lugo) no se le dieron las posibilidades de defenderse, que toda persona tiene de acuerdo con las garantías constitucionales”.
En Honduras si
La última vez que la OEA tomó acciones enérgicas ante una crisis en un país miembro fue en 2009, cuando decidió suspender a Honduras poco después del golpe de Estado que sacó del poder al entonces presidente Manuel Zelaya. Honduras fue readmitida en junio de 2011.
La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y el Mercado Común del Sur (Mercosur) anunciaron cumbres presidenciales para esta semana en la ciudad de Mendoza, Argentina, donde se tratará la crisis en Paraguay.
Insulza a Asunción
Por su lado, la delegación de Honduras propuso que Insulza viaje a Paraguay a recabar datos sobre la situación, medida apoyada por varios países.
Pero Brasil encabezó la oposición y bloqueó cualquier acuerdo pidiendo que el tema sea debatido primero en la cumbre presidencial conjunta de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y del Mercado Común del Sur (Mercosur), restando autoridad a la OEA.
Por su lado, los países de la Alternativa Bolivariana para las Américas denunciaron un “golpe parlamentario” y desconocieron al nuevo gobernante paraguayo.
Finalmente, el secretario general de la Organización de Estados Americanos anunció que enviará una misión a Paraguay luego de que el organismo no llegara a un consenso sobre acciones a tomar frente a la destitución de la presidencia de Fernando Lugo.
La misión, que viajaría hacia el fin de semana a Paraguay y podría estar encabezada por Insulza o delegados y embajadores designados por él, fue anunciada por el secretario general al cierre de una prolongada y acalorada reunión extraordinaria de la OEA en Washington.
La reunión, de más de cuatro horas de duración, dejó en evidencia los matices de opiniones sobre los hechos en Paraguay, país que, sin embargo, ha sido aislado por casi todos los países del continente, que han llamado a consultas a sus embajadores y no han reconocido al nuevo gobierno de Federico Franco.
La misión permitirá tener más elementos de análisis para posibles medidas en la OEA, dijo Insulza.
“Considero mi deber el recabar todos los antecedentes que este Consejo requiere para poder tomar sus decisiones”, anunció Insulza, quien ofreció las conclusiones de la misión la semana entrante, cuando la OEA vuelva a reunirse.
La misión, que tiene la intención de hablar con Lugo, destituido el pasado viernes en un juicio político sumario por el Congreso, así como con otros líderes y funcionarios paraguayos, podría visitar también otros países, explicó el secretario general.
Al postergar la toma de una decisión, la OEA también esperará los resultados de una reunión de presidentes de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el viernes en la ciudad argentina de Mendoza, lo cual fue solicitado por varios de los países miembro de ese bloque dentro de la OEA.
República Dominicana y Argentina, por su parte, propusieron que se convocara una asamblea general de cancilleres de la OEA para que estudie la situación.
Durante la reunión, el representante del nuevo gobierno de Franco, el embajador Bernardino Saguier, pidió a la OEA el “respeto sublime a la autodeterminación” del pueblo de Paraguay y abstenerse de “aplicar o estimular medidas coercitivas de carácter económico y político”.
“Franco es el legitimo presidente” y en Paraguay “rige la más absoluta paz y tranquilidad”, aseveró Saguier.
No adelantan elecciones
Franco, por su lado, afirmó que no pedirá el adelantamiento de las elecciones generales previstas para el 21 de abril de 2013 y que tres meses después entregará el mando tras completar el período de cinco años de gobierno de Lugo.
Uno de los abogados defensores de Lugo en el juicio político, Adolfo Ferreiro, manifestó que “la presidencia de Franco es legal. No existe ningún rechazo jurídico a su asunción al poder porque la Constitución dice que cuando hay acefalía del Poder Ejecutivo, el vicepresidente se convierte en mandatario”.