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Identificados los restos del periodista británico Dom Phillips desaparecido en Brasil

Dom Phillips y otro periodista llamado Bruno Pereira estaban en la Amazonía como parte de la preparación de un libro sobre la conservación del medio ambiente
17.06.2022

ATALAIA DO NORTE, BRASIL.-La policía de Brasil anunció este viernes que se identificaron los restos del periodista británico Dom Phillips entre el “material” hallado en una remota zona de la Amazonía donde uno de los sospechosos de su muerte dijo haberlo enterrado, junto al cuerpo del experto brasileño Bruno Pereira.

“La confirmación se hizo con base en el examen de odontología forense combinado con antropología forense”, indicó la autoridad en un comunicado.

La Policía Federal agregó que trabaja para establecer la “completa identificación” del material hallado en el lugar, donde se cree que también estaba sepultado el cuerpo de Pereira, un reconocido experto brasileño en pueblos indígenas.

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Los restos de Phillips, de 57 años y colaborador del periódico The Guardian, estaban en un área señalada por el pescador Amarildo da Costa de Oliveira, conocido como ‘Pelado’, quien el martes confesó haber enterrado los cuerpos selva dentro, cerca de la ciudad de Atalaia do Norte.

Al día siguiente, ‘Pelado’, de 41 años y uno de los dos sospechosos capturados por el crimen, llevó a las autoridades hasta el lugar donde los sepultó. El otro detenido es su hermano Oseney, conocido como ‘Dos Santos’.

La policía halló ahí los restos humanos y los trasladó en avión a Brasilia el jueves, donde un día después siguen bajo análisis, “para establecer las causas de las muertes, así como para indicar la dinámica del crimen y la ocultación de los cuerpos”, precisó la autoridad.

- Versiones encontradas -Phillips y Pereira, de 41 años, estaban en la Amazonía como parte de la preparación de un libro sobre la conservación del medio ambiente.

Fueron vistos por última vez el 5 de junio, cuando se dirigían en barco a Atalaia do Norte, en el Valle de Javarí, una zona conocida por su peligrosidad y donde hay actividades ilícitas, como tráfico de drogas y pesca y minería ilegales.

La policía dijo más temprano este viernes que sus investigaciones indican que las bandas criminales que operan en la zona no tienen relación alguna con la muerte del reportero y el indigenista.

“Las investigaciones (...) apuntan a que los autores actuaron solos, sin que hubiera un autor intelectual u organización criminal detrás del crimen”, afirmó en una nota.

ADEMÁS: Indígenas de la Amazonía denuncian exclusión de la Cumbre de las Américas

Pero la Unión de Pueblos Indígenas del Valle de Javarí (Univaja), cuyos miembros participaron activamente en las búsquedas, refutó casi de inmediato la versión policial.

“No se trata solo de dos asesinos, sino de un grupo organizado que planificó en detalle el crimen”, dijo Univaja en un boletín, explicando que las autoridades habían hecho caso omiso de numerosas denuncias sobre las actividades de bandas criminales en la zona.

- “Autor de ataques” -En abril, la organización envió un informe a las autoridades en el que explicaba que ‘Pelado’ estaba involucrado en actividades de pesca ilegal y ya había sido “acusado de ser el autor de ataques con armas de fuego en 2018 y 2019 contra una base de la Funai”, la agencia gubernamental brasileña para asuntos indígenas.

Univaja se refiere a “una poderosa organización criminal que intentó a toda costa cubrir sus huellas durante la investigación” del doble asesinato, recordando que Bruno Pereira, que trabajaba en la Funai, ya había sido objeto de “amenazas de muerte”.

Varios expertos creen que la pesca ilegal de especies amenazadas en el Valle del Javarí está, en la mayoría de los casos, bajo el control de los narcotraficantes, que utilizan la venta de pescado para blanquear el dinero de la droga.

El caso de Phillips y Pereira suscitó una ola de solidaridad internacional y encendió nuevamente críticas contra el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, acusado de alentar las invasiones de tierras indígenas y de sacrificar la preservación de la Amazonía para su explotación económica.

Estados Unidos pidió este viernes “justicia” por los asesinatos, que atribuyó a la labor de ambos de “apoyar la conservación de la selva tropical y los pueblos nativos allí”.

+ Bolsonaro dice que en Brasil “no necesitamos de la Amazonía para expandir el agronegocio”

- Versiones encontradas -

Phillips y Pereira, de 41 años, estaban en la Amazonía como parte de la preparación de un libro sobre la conservación del medio ambiente.

Fueron vistos por última vez el 5 de junio, cuando se dirigían en barco a Atalaia do Norte, en el Valle de Javarí, una zona conocida por su peligrosidad y donde hay actividades ilícitas, como tráfico de drogas y pesca y minería ilegales.

La policía dijo más temprano este viernes que sus investigaciones indican que las bandas criminales que operan en la zona no tienen relación alguna con la muerte del reportero y el indigenista.

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“Las investigaciones (...) apuntan a que los autores actuaron solos, sin que hubiera un autor intelectual u organización criminal detrás del crimen”, afirmó en una nota.

Pero la Unión de Pueblos Indígenas del Valle de Javarí (Univaja), cuyos miembros participaron activamente en las búsquedas, refutó casi de inmediato la versión policial.

“No se trata solo de dos asesinos, sino de un grupo organizado que planificó en detalle el crimen”, dijo Univaja en un boletín, explicando que las autoridades habían hecho caso omiso de numerosas denuncias sobre las actividades de bandas criminales en la zona.

- “Autor de ataques” -

En abril, la organización envió un informe a las autoridades en el que explicaba que ‘Pelado’ estaba involucrado en actividades de pesca ilegal y ya había sido “acusado de ser el autor de ataques con armas de fuego en 2018 y 2019 contra una base de la Funai”, la agencia gubernamental brasileña para asuntos indígenas.

Univaja se refiere a “una poderosa organización criminal que intentó a toda costa cubrir sus huellas durante la investigación” del doble asesinato, recordando que Bruno Pereira, que trabajaba en la Funai, ya había sido objeto de “amenazas de muerte”.

Varios expertos creen que la pesca ilegal de especies amenazadas en el Valle del Javarí está, en la mayoría de los casos, bajo el control de los narcotraficantes, que utilizan la venta de pescado para blanquear el dinero de la droga.

El caso de Phillips y Pereira suscitó una ola de solidaridad internacional y encendió nuevamente críticas contra el gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro, acusado de alentar las invasiones de tierras indígenas y de sacrificar la preservación de la Amazonía para su explotación económica.

Estados Unidos pidió este viernes “justicia” por los asesinatos, que atribuyó a la labor de ambos de “apoyar la conservación de la selva tropical y los pueblos nativos allí”.

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