El reelecto presidente de Ecuador, Rafael Correa, advirtió que mantendrá firmeza ante la “oposición golpista” y la “prensa corrupta” durante su nuevo mandato, y que una prioridad en política exterior será ponerle condiciones al capital para evitar abusos en cuestiones como los arbitrajes internacionales.
Correa, reelegido el domingo en primera vuelta con 56.8% de los votos, marcó una diferencia entre el banquero conservador Guillermo Lasso -segundo con 22.9%- y lo que llamó una oposición “obstaculizadora y golpista” con la que “no hay nada que hablar”.
“Que Lasso haya reconocido su derrota es importante”, declaró el mandatario izquierdista a corresponsales extranjeros. Pero se mostró duro con los demás grupos opositores.
“Los ataques seguirán, hay gente muy mala, enferma, estamos afectando a poderes que se creían intocables”, dijo. Y denunció una “campaña sucia” durante la campaña con “financiamiento externo, incluso desde Colombia”.
“En la democracia se respeta a los perdedores, pero se aplica la opinión mayoritaria”, advirtió.
Correa culpa a políticos como el derrocado expresidente Lucio Gutiérrez -tercero en los comicios con 6.9%- de haber intentado un golpe de Estado en su contra el 30 de septiembre de 2010, aprovechándose de una rebelión policial por motivos salariales, lo que el dirigente niega.
Correa iniciará su nuevo período el 24 de mayo.