Ciudad del Vaticano.-El cortejo fúnebre que trasladó el féretro del papa Francisco desde la plaza de San Pedro hasta la basílica de Santa María la Mayor estuvo acompañado por escenas de emoción.
Aplausos espontáneos, gritos de amor y lágrimas rompieron el silencio reverente que acompañaba el último viaje del pontífice.
El cortejo fúnebre del papa Francisco, que ha recorrido los seis kilómetros que separan la basílica de San Pedro y Santa María la Mayor, donde descansará tras su muerte; ha recorrido todo el centro de Roma.
Miles de personas, reunidas a lo largo del recorrido en las calles de Roma, no pudieron contener la tristeza ni el cariño. “¡Viva el papa Francisco!”, gritaban algunos fieles.
El sonido de los aplausos acompañó todo el trayecto, como una ola de gratitud que parecía querer sostener al pontífice en su viaje final.
Pese al dolor visible en los rostros, el ambiente que rodeó el cortejo fúnebre fue un homenaje lleno de vida al legado de Francisco, quien durante su pontificado conquistó los corazones con su cercanía, sencillez y compasión.
La procesión concluyó en la basílica de Santa María la Mayor, donde Francisco fue sepultado cerca del icono de la Virgen 'Salus Populi Romani', de quien fue siempre devoto.
Allí, el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrel, los familiares del papa y varios cardenales, participaron en una ceremonia íntima de sepultura.
Desde este domingo, los fieles podrán acercarse a la tumba sencilla de mármol blanco, donde descansa quien fue, para muchos, "el papa del pueblo".