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Cinco supersticiones sobre los eclipses solares

De Latinoamérica a Asia, las creencias y costumbres relacionadas a los fenómenos astronómicos son diversas.

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20.03.2015

Tegucigalpa, Honduras

Así como en los pueblos del interior de Honduras aún se conservan tradiciones vinculadas al sol y la luna para las labores de agricultura, las supersticiones sobre los eclipses solares siguen siendo parte del folclore de algunas culturas del mundo.

Los mayas, capaces de predecir con exactitud cuándo ocurriría un eclipse, creían que estos fenómenos podrían traer consigo consecuencias negativas, tales como guerras, pues consideraban que la luna pretendía devorar al sol y robar su luz y energía.

Después de tantos siglos, a pesar de que los eclipses solares son fenómenos astronómicos que se registran con regularidad, todavía hay culturas en donde son vistos como hechos excepcionales que traen

En México, algunos pobladores asocian los eclipses con el labio leporino en los bebés. Por lo tanto, recomiendan a las mujeres embarazadas atar un listón rojo alrededor de su vientre o portar ropa del mismo color para protegerlo.

El mismo listón rojo se coloca también en los árboles frutales para evitar que el producto se pudra.

En India existe una tradición que recomienda no comer durante un eclipse. Se cree que en el período de oscuridad, las bacterias proliferan, por lo que la comida que no fue consumida antes del eclipse, debe ser deshechada a menos que se quiera sufrir una indigestión.

Esta costumbre se basa en una leyenda de la religión hindú, en la cual el demonio Rajú intentó conseguir la inmortalidad con engaños, pero fue delatado, y ahora trata de vengarse intentando devorar el sol.

Por su parte, los antiguos chinos creían que un dragón trataba de tragar al Sol y diparaban fuegos artificiales y golpeaban los 'gongs' para asustar a la criatura cuando se acercaba el momento del evento astronómico. Esta tradición aún se conserva en algunas zonas del país asiático.

Mientras en Pakistán, durante los días en los que se registran eclipses de sol, se acostumbra enterrar con arena hasta el cuello a las personas con discapacidad, especialmente a los niños, con la esperanza de que el ritual puede mejorar su condición.

Finalmente, algunos italianos creen que un eclipse es el momento ideal para plantar flores. Opinan que en este caso serán mucho más brillantes y coloridas que habitualmente.