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Los Vía Crucis más extremos y dolorosos

En países como Filipinas, México, El Salvador o España se lo toman muy en serio y viven en carne propia la Pasión de Jesús.

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18.04.2014

En el mundo hay formas extremas de revivir la Pasión de Cristo. Las representaciones del Vía Crucis generan mucha expectación entre los creyentes, pero se vuelven tan reales y dolorosos en países como Filipinas, donde se clavan de verdad a los maderos.

Lo mismo ocurre Iztapalapa, en el centro de México, donde se preparan por mucho tiempo para representar en carne propia lo que vivió Jesús camino a la cruz.

Crucifixiones reales en Filipinas. Cada año, creyentes en el norte de Filipinas se clavan de verdad en cruces de madera al emular la crucifixión de Jesucristo ante la mirada de miles de espectadores locales y extranjeros que presenciaron estos ritos sangrientos anuales con motivo del Viernes Santo en el principal país católico romano de Asia.

Aunque los dirigentes de la iglesia y autoridades de salud se han pronunciado en contra de esta práctica que mezcla la devoción católica romana con creencias populares, el rito anual continúa atrayendo participantes y enormes multitudes, en particular en la provincia norteña de Pampanga.

En este 2014, el pintor de letreros, Ruben Enaje, de 53 años, se clavó por 28vo año en una cruz en un montículo polvoso en la aldea de San Pedro Cutid, en Pampanga. Efectúa su rito cada año después de que sobreviviera a una caída en un edificio.

Hombres vestidos de soldados romanos utilizaron mazos para traspasarle clavos de acero inoxidable por las palmas de las manos y por el centro de los pies.

Las multitudes estaban listas con sus cámaras para capturar el sufrimiento de los penitentes.

El cineasta danés Lasse Spang Olsen, de 48 años, al igual que Enaje y otros ocho devotos filipinos, se clavó las manos y los pies en una cruz.

El danés afirmó que hace dos años había hecho un documental sobre la crucifixión anual de Enaje y decidió crucificarse después de que enfermara en dos ocasiones. Una cámara pequeña estaba afianzada en la cruz de Spang mientras un colega filmaba la experiencia del cineasta.

El arzobispo Socratas Villages, jefe de la Conferencia Episcopal Católica de Filipinas, ha desalentado las crucifixiones.

'Si quien lo hace lo hace para aumentar su amor hacia los demás, entonces complace a Dios', afirmó. 'Pero si quien practica estos rituales sangrientos lo hace para la foto y volverse popular, entonces incurre en vanidad espiritual', apuntó.

El departamento de salud también ha desalentado la práctica debido a que sus peligros. El subsecretario de salud Eric Yatag pidió a los devotos que se vacunaran contra el tétanos.

Los devotos se someten a estas penurias en la creencia de que estos sacrificios extremos contribuyen a expiar sus pecados y conseguir curas milagrosas o para dar gracias a Dios.

La Pasión de Iztapalapa. Esta es una tradición mexicana en Semana Santa. Desde hace más de 170 años, millones de personas han rememorado la pasión de Cristo en el Cerro de la Estrella de Iztapalapa.

Los actores protagónicos en la representación de los últimos días de la vida de Jesucristo, se preparan por casi un año. No consumen drogas ni alcohol. Son esbeltos y deportistas. Profesionales o estudiantes. Buenos hijos, hermanos, vecinos y ciudadanos. Célibes y sin pareja sentimental.

“Aquí las cosas se hacen con mucha fe, no es un juego”, explica Eduardo Guzmán, ingeniero en alimentos de 31 años que hace de Jesús este año, un papel para el cual ensaya en las últimas horas por las calles, en equipo contra viento y aguaceros que sorprenden en primavera e impiden ver más allá de medio metro.

Obtener el libreto del hijo de la Santísima Trinidad entre cientos de candidatos no es sencillo. Las condiciones básicas incluyen ser oriundo, medir más de 1.75 metros y fortaleza física para correr alrededor del Cerro de la Estrella (donde se realiza la crucifixión el Viernes Santo), hacer abdominales, lagartijas y sentadillas frente a los jueces.

Todos los villanos en la representación de Iztapalapa son rociados con agua bendita constantemente. Barrabás, Judas, Pedro, Poncio Pilatos y los judíos luchan por partida doble, contra las supersticiones y el odio de los espectadores fanáticos que se grita improperios y lanzan objetos.

Procesión de las Ánimas. Esto se lleva a cabo en Taxco, México. Este es uno de los actos más solemnes del lugar, pues los penitentes caminan encruzados con un rollo de ramas espinosas de 50 kilos de peso, con el que se laceran la espalda.

Los participantes requieren de una preparación de más de un año para poder completar el recorrido.

Dolor en silencio. En Querétaro, México: Un grupo de hombres vestidos con túnicas de colores recorren las calles del centro de la ciudad cargando cruces enormes de madera.

Es impactante debido a que lo hacen en completo silencio. El ambiente debe ser de dolor y pena por la muerte del Salvador.

Diablos contra Jesús. En Talcigüines, El Salvador, 19 hombres vestidos de 'diablo' recorren las calles en busca de Jesús, para enfrentarse a él.

En su recorrido azotan a todos los que encuentran a su paso y cuando Jesús los encuentra, se recuestan sobre el suelo para que el Mesías les pase por encima.

Se autoflagelan en San Vicente, España. A los participantes les llaman ‘'Los Picaos'’. En el acto, un grupo de penitentes se autoflagelan con una madeja y se golpean la espalda como acto de redención.

Los participantes deben ser hombres y van acompañados de otra persona que les ayuda mientras cumplen su penitencia.

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