Paulo Henrique Machado ha vivido 45 años en la cama de un hospital debido a que la poliomielitis le afectó cuándo apenas era un bebé.
Fue en 1970 que el protagonista de esta historia ingresó a la sala de atención en la que habían otros 8 niños.
La enfermedad lo paralizó de la cintura hacia abajo y le causó varios problemas respiratorios. Machado utiliza un respirador artificial las 24 horas del día para sobrevivir.
Le sonríe a la vida
El brasileño narró que cuando era pequeño recorría el centro médico en una silla de ruedas y entraba a la habitación de los pequeños, hecho que le daba la sensación de descubrir universos nuevos.
Paulo desarrolló una gran pasión de la pintura y por las computadoras, en las que aprendió técnicas de animación y está desarrollando un guión para una historieta en la que quiere mostrar todas las cosas que ha vivido y sufrido con su enfermedad.
Además es un apasionado de los videojuegos.
Machado dijo que su madre de murió dos días después de su nacimiento y que el resto de su familia dejó de visitarlo, pero eso no le ha evitado contar con calor familiar.
'Mi familia eran mis compañeros con los que he compartido todos los momentos importantes de mi vida', señaló.
Pese a que Paulo sufre de una serie de complicaciones post-polio, como debilidad muscular y dificultad para respirar, no se da por vencido, y en raras ocasiones le conceden salidas. Precisó que gracias a los avances tecnológicos pudo conocer el mar cuando él tenía 32 años.
Machado cuenta que hubo momentos difíciles en el transcurso de su vida, como la muerte de varios de sus queridos amigos y compañeros de cuarto.
Indicó que su mejor amigo se llamaba Pedro y solamente sobreviven dos de aquellos niños, él y Eliana Zagui.
Su talentosa amiga Eliana
A los niños les daban pocas probabilidades de sobrevivir pasada la edad de diez años, pero dos personas lo hicieron: Machado y su amiga de toda la vida y compañera de habitación Eliana Zagui, relata CNN.
Todavía viven juntos en una habitación dentro de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínicas de Sao Paulo.
'Somos como hermano y hermana y cuidamos el uno del otro', dice Machado.
Zagui sufrió una parálisis causada por la polio cuando era bebé. Ha vivido en el hospital durante 38 años.
'He estado aquí desde que tenía un año y nueve meses. Aprendí a escribir, a pintar, a usar el celular, una computadora, cosas que me gustan', cuenta Eliana.
Recientemente, Zagui escribió un libro sobre su experiencia de crecer en el hospital.
También descubrió el arte de la pintura, pacientemente dando toquecitos al lienzo con un pincel sujeto a un depresor de lengua.
