Los Ángeles 'respira con alivio' el miércoles tras el desenlace del caso del expolicía vengador, al que se le atribuyen cuatro asesinatos en diez días, mientras las autoridades examinaban un cuerpo calcinado en las montañas de California para confirmar su muerte.
Christopher Dorner, de 33 años, era buscado afanosamente desde el jueves tras supuestamente matar a tres personas en venganza por su despido del Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) en 2008. El martes, la policía consiguió acorralarlo en una cabaña que estalló en llamas, tras un tiroteo donde murió un oficial y otro resultó gravemente herido.
Las autoridades hallaron en su interior los restos calcinados de quien suponen es Dorner, aunque se espera la confirmación de los forenses.
'Creo que todos estamos respirando con alivio', dijo el alcalde de Los Ángeles, Antonio Villaraigosa, al canal CNN. 'Creemos que es el cuerpo de Christopher Dorner, aunque no lo sepamos con certeza'.
El tiroteo tuvo lugar en una cabaña de vacaciones cerca de Big Bear, una estación de esquí ubicada 160 kilómetros al este de Los Ángeles, en las montañas de San Bernardino.
La identificación de los restos podría demorar días o semanas, pero 'eso depende de los forenses disponibles y los laboratorios disponibles', dijo en conferencia de prensa el teniente Andy Neiman, portavoz del LAPD. Y aclaró que dadas las circunstancias puede hacerse de forma más expedita.
Neiman confirmó que la policía de Los Ángeles suspendió su estado de 'alerta táctica', aunque mantendrá la protección de decenas de oficiales -y sus familiares- amenazados en el macabro manifiesto que Dorner había publicado en línea el lunes de la semana pasada, hasta tanto no se confirme su muerte.
'Algunos individuos en este departamento aún tienen mucho miedo. Cuando tu vida y la de tus familiares están en peligro y eres amenazado de muerte, es algo muy difícil de manejar', señaló el teniente.
Christopher Dorner era buscado por cielo, mar y tierra desde el jueves, luego de la muerte de tres personas la semana pasada, entre ellas un policía y la hija de otro policía.
De acuerdo a detalles que salieron a la luz este miércoles, el desenlace comenzó el martes por la mañana, cuando dos empleadas domésticas entraron a limpiar una cabaña donde el fugitivo se escondía en Big Bear. Al verse sorprendido, Dorner las amarró y huyó, pero una de ellas consiguió desatarse y llamar a la policía, según reportó el diario local Los Ángeles Times.
Luego Dorner robó otro vehículo, tras permitir al hombre que lo conducía sacar de allí a su perro, también según el Times. No obstante, fue reconocido por oficiales y se inició una persecución policial que acabó cuando el fugitivo se atrincheró en otra cabaña, donde tuvo lugar el tiroteo en el que fueron alcanzados los dos oficiales.
Poco después la vivienda estalló en llamas, en circunstancias que aún se desconocen. Durante horas, la televisión mostró imágenes aéreas de la cabaña incendiándose en medio de un bosque nevado.
El alcalde Villaraigosa dijo que las domésticas 'bien podrían calificar' a la recompensa de un millón de dólares que la ciudad había ofrecido.
En tanto, el caso capturaba la imaginación de los angelinos y las redes sociales abundaban en 'memes' -fotografías trucadas que toman el pelo a un evento-. En uno de ellos, aparece la fotografía del fugitivo con la leyenda: '¿Big Bear? Mejor busquen en Islamabad'.
También se volvió viral una fotografía de un angelino alto, negro y corpulento, tal como se había descrito al peligroso fugitivo, que llevaba en su camiseta una leyenda que dice: 'No soy Chris Dorner, favor no disparar'.
Asimismo, podían verse fotografías de camionetas con mensajes similares, en respuesta a un desafortunado incidente la semana pasada, cuando policías dispararon contra la pickup de dos latinas a las que confundieron con Dorner.
