Tras estacionar el enorme automotor, el conductor acomodó su cabeza en la ventana y se echó un sueño profundo, con el motor encendido, hasta que llegaron los agentes de la Posta Policial de Pimienta, Cortés, zona norte de Honduras.
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El hombre fue bajado de la rastra y trasladado a la estación policial, donde le realizaron la prueba de alcoholemia que detectó un alto nivel de alcohol en su sangre.
Tras realizar la prueba, la Dirección Nacional de Vialidad y Transporte (DNVT) le decomisó la licencia, mientras que el vehículo pesado fue llevado a un plantel de la Policía para evitar un accidente en la zona.
La Ley de Tránsito estipula que conducir bajo los efectos del alcohol es una falta grave y la persona puede llegar a perder para siempre su derecho a portar una licencia de conducir.
Al dar positivo en la prueba de alcoholemia los agentes procederán a hacerle una esquela y decomisar la licencia, además será multado y deberá pagar el valor de la mitad de un salario mínimo y no podrá conducir por seis meses.
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