BUENOS AIRES, ARGENTINA.-Enzo Matías Pereyra, de 27 años, conocido como el 'monstruo de Llavallol', esclavizó, torturó y violó a una familia de mujeres durante la cuarentena en Argentina.
De acuerdo con el informe policial, este hombre fue acusado por los delitos de abuso sexual agravado, lesiones graves agravadas y reducción a servidumbre.
Se trata de un dantesco caso en el que cuatro mujeres -tres de ellas menores de edad- estuvieron encerradas en una casa desde el inicio de la cuarentena obligatoria hasta octubre pasado en condiciones aberrantes.
Según el relato, la joven y Pereyra iniciaron una relación llena de abusos en los cuales ella sufría mucho, luego llegó la pandemia y la cuarentena fue entonces que la pareja decidió mudarse a la casa de la madre de la joven.
En la casa solo vivían la señor y dos menores de edad de 12 y 13 años, cuando este hombre llegó comenzaron los abusos y la brutalidad.
De acuerdo con el informe policial, este hombre fue acusado por los delitos de abuso sexual agravado, lesiones graves agravadas y reducción a servidumbre.
Se trata de un dantesco caso en el que cuatro mujeres -tres de ellas menores de edad- estuvieron encerradas en una casa desde el inicio de la cuarentena obligatoria hasta octubre pasado en condiciones aberrantes.
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Hace unas semanas las autoridades policiales iniciaron una operación para buscar al hombre que se encontraba prófugo de la justicia y fue entonces que lograron dar con el paradero del criminal.
Al momento del allanamiento el hombre logró huir, pero las autoridades inspeccionaron la casa y hallaron un cuarto cerrado con candados. Al abrirlo vieron a tres de las víctimas gravemente heridas. La cuarta había logrado huir.
Luego de varias semanas, Pereyra fue localizado y capturado en la Plaza San José, en el barrio porteño de Flores.
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Torturas
Los datos policiales indican que fue la joven que logró escapar contó la terrible historia detrás de este hombre. Todo inicia cuando Pereyra conoce a la joven, que en aquel entonces tenía 13 años de edad y el hombre 25.Según el relato, la joven y Pereyra iniciaron una relación llena de abusos en los cuales ella sufría mucho, luego llegó la pandemia y la cuarentena fue entonces que la pareja decidió mudarse a la casa de la madre de la joven.
En la casa solo vivían la señor y dos menores de edad de 12 y 13 años, cuando este hombre llegó comenzaron los abusos y la brutalidad.
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Primero fueron insultos y malas formas de responder, luego largas golpizas con elementos contundentes y por último, el horror.
Encerraba a las mujeres dentro del domicilio impidiéndoles salir. Cerraba las puertas con candados, les ataba los pies y las obligaba a quedarse paradas por horas para luego golpearlas, detalla el medio argentino Infobae.
En pleno invierno las obligaba a salir al patio al patio desnudas y las amenazaba, las torturaba por placer. En medio de esas atrocidades, las forzaba a bañarse de noche con agua fría mientras las observaba.
Tampoco las dejaba comer, pero el horror llegó cuando una de las noches la niña de 12 años fue marcada con un hierro en forma de cruz y la golpeó sin cesar mientras le gritaban que se detenga, que la iba a asesinar.
