El paso del tiempo marcó una fecha importante en el calendario, pero como si fuera un maleficio, pasó desapercibido par muchos.
Ayer, en el marco de la finalización del mes de la familia también se festejaba el Día del Adulto Mayor, es decir el día de los abuelos.
Esta fecha corrió la misma suerte de muchos de los ancianos que a diario recorren las calles de la capital, pues apenas en unos pocos centros escolares y en escasas instituciones de previsión se percataron de que había que festejarle a los ancianos.
Entre las instituciones que se prepararon para el acontecimiento destacan: El instituto Hibueras, el Liceo San Juan, My House, El Centro de Día y Reposo (Ceder), y La Dirección del Adulto Mayor.
También lo hicieron el centro básico Ramón Rosa, y la escuela Lucila Gamero.
Las actividades
Francisco Amador, encargado de la Dirección del Adulto Mayor, aseguró que con mucho sacrificio se logró recaudar fondos para elaborar 200 almuerzos para salir a regalarlos a la plaza Central.
Asimismo, los participantes disfrutaron de una serie de juegos como damero, y ajedrez, entre otros.
Esta actividad se realizó en compañía de alumnos de algunos institutos de segunda enseñanza de la capital.
A criterio de Amador es importante involucrar a la juventud en este tipo de eventos, ya que hay mucho qué hacer por los adultos mayores de la capital.
“Nuestros jóvenes deben de entender que necesitamos de ellos para sobrevivir en un mundo lleno de indiferencia en contra de los ancianos”, expresó.
Agregó que si se comienza a sembrar una semilla de amor y de visibilidad de los adultos mayores en los jóvenes, las futuras generaciones de ancianos tendrán un mejor futuro.
Ellos nunca los olvidan
Siguiendo el pensamiento de Amador, los alumnos y docentes del centro básico Ramón Rosa de la colonia Nueva Capital, han hecho de la desconocida fecha una tradición de altos quilates.
Desde hace nueve años, los jóvenes se dedican a buscar en la comunidad a los ciudadanos que el tiempo y la injusta vida ha marginado.
Para esta ocasión fueron 120 ancianos los agasajados, que en sus frágiles rostros se dibujó una sonrisa de felicidad, al sentirse recordados por las nuevas generaciones.
Baile, piñatas, pastel, entretenimientos y comida marcaron el paso de la tarde en que los invitados se movieron al ritmo de canciones modernas y de antaño.
“La tercera edad está olvidada, y por eso nosotros decidimos acogerla”, manifestó Aracely Villalta, directora del centro educativo.
Tal vez solo será un día, pero es la fecha que los longevos de la Nueva Capital esperan con ansias. El tiempo que compartieron fue suficiente para arrancar de sus ojos lágrimas de emoción y de sus bocas sinceras bendiciones.
Tanta alegría no hubiera sido posible sin la colaboración conjunta del proyecto Educatodos y Metas.
126,000 agasajados
Según el Registro Nacional de las Personas (RNP) existen 126,263 personas de la tercera edad en la capital, con un índice de crecimiento de 3.25 por ciento promedio anual.
Ellos representan el 10 por ciento de la población del Distrito Central.
De esta cifra, unos 23 mil abuelos permanecen económicamente activos.
