Aunque parezca increíble, estar amparado bajo el Estatus de Protección Temporal (TPS) le ha traído problemas al hondureño Miguel Barahona para atender su padecimiento de salud a causa del glaucoma.
Barahona, de 58 años, no califica para Medi Cal, programa médico de California, porque no es ciudadano y tampoco para ORSA, el programa de servicios públicos del condado, porque no es indocumentado.
El TPS no le da derechos a ningún programa de cobertura médica, a menos que sea a través de un trabajo y, lamentablemente, por su condición no puede laborar.
'Yo he trabajado de día o de noche. He trabajado sin quejarme y sin parar, sin importar el tipo de trabajo; pero ahora que he quedado ciego no puedo hacerlo y lo poquito que tenía ahorrado se me ha ido en pagar cuentas (médicas) y vivo de la caridad de los amigos', dijo Barahona en entrevista con el diario La Opinión.
El catracho quedó ciego de un ojo y requiere de una cirugía en el otro, pero no tiene los recursos para costearla.
El hondureño contó que llegó en 1992 a Estados Unidos, después de que se quemó el muelle donde trabajaba y que por muchos años laboró cortando ropa en las calles del centro de Los Ángeles.
Ya en 1998 pudo obtener el TPS (Estatus de Protección Temporal) que el gobierno estadounidense otorgó a los hondureños y nicaragüenses tras el paso devastador del huracán Mitch en estas dos naciones centroamericanas.
Miguel Barahona requiere de atención médica especializada, pero ya existe una extensa lista de espera en las clínicas públicas de Los Ángeles.
'Yo he ido a muchos hospitales. Me han hecho exámenes, pero no me dicen cómo me pueden ayudar. Me mandan de un lugar a otro. En el Hospital General (LAC-USC) me dijeron que espere y que me van a llamar. Pero no me llaman', dijo.
Quiere regresar a Honduras
Gerardo Aguero Guevara, cónsul de Honduras Los Ángeles, declaró que le otorgará el salvoconducto gratis a Barahona para que pueda regresar a la tierra que lo vio nacer.
Mientras que Cecilia Rodríguez, directora de Alianza Hondureña, es quien le está ayudando a Miguel y el miércoles irá con él al consulado hondureño para solicitar el salvoconducto.
'Su desesperación por no encontrar una forma de aliviarse, su falta de trabajo y de recursos lo están empujando a regresarse. Él no se quisiera regresar, pero no tiene muchas opciones. No tiene familia aquí, no tiene trabajo y sin poder ver no puede conseguir trabajo', dijo Rodríguez.
Urge ayuda
Miguel Barahona requiere de ayuda para atender su ceguera y, al no contar con apoyo familiar, prefiere volver a Honduras a pesar de que la situación en el país no es la mejor.
'Honduras está pobre, pero ¿qué voy hacer aquí? A veces uno ha cumplido con todo, pero todo sólo mal. Si pudiera, le pediría la gobierno que ayude a las personas como yo, que han pagado impuesto y han cumplido con todo, pero que han quedado a merced de una tragedia', reconoció Miguel.
Una mano amiga llegó de parte de la Fundación Mandril, del locutor Richardo Sánchez Martínez, del show de Radio La Raza El Mandril, que se comprometió a donar el boleto aéreo a Honduras.