TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Por medio del programa de víctimas de crimen que ofrece Estados Unidos, serán repatriados al país los cinco hondureños que fueron asesinados en Texas, EEUU, informó Cancillería a través de un comunicado.
Además el gobierno hondureño lamentó las múltiples muertes de los connacionales y exigió a las autoridades norteaméricanas que apliquen “todo el peso de la ley” contra el autor de la matanza, identificado como Francisco Oropeza.
Los hondureños fueron identificados como:
1. Diana Velásquez de 21 años
2. Jonathan Cáceres de 18 años
3. Obdulia Molina de 31 años
4. Sonia Guzmán de 28 años
5. Daniel Enrique Lazo de 9 años
La Secretaría de Relaciones Exteriores detalló que el canciller Enrique Reina instruyó al director de Protección al Hondureño Migrante, Wilson Paz, el vicecónsul Farid Rivera “la ayuda necesaria para proceder la repatriación de los fallecidos”.
Asimismo, autoridades del consulado de Honduras en Houston se encuentran realizando acciones para brindar apoyo a los familiares de las víctimas.
Masacre ocurrió el viernes -28 de abril- en horas de la noche
Cinco hondureños perdieron la vida de forma violenta en horas de la noche del viernes -28 de abril- en un tiroteo ocurrido en el condado de San Jacinto, Texas, Estados Unidos.
Aunque se desconoce la identidad de las víctimas, las autoridades informaron que se trata de cuatro adultos y un niño de ocho años, todos de nacionalidad hondureña.
El responsable del atroz crimen sería un individuo de nacionalidad mexicana, quienes vecinos aseguran suele disparar en el jardín de su casa.
De hecho, Greg Capers, el sheriff del condado de San Jacinto, reveló que la matanza ocurrió luego de que la familia hondureña pidiera al hombre que dejara de disparar porque era muy tarde y un bebé estaba tratando de dormir.
Enfurecido, el individuo entró a la vivienda y disparó sin piedad contra los compatriotas, dejándolos tendidos en la sala de su casa, luego fue habitación por habitación para buscar más víctimas.
Tras escuchar las detonaciones, residentes del vecindario llamaron al 911 para reportar lo ocurrido a las autoridades policiales, quienes se encontraron con la dantesca escena.
De acuerdo a Capers, las víctimas recibieron múltiples disparos de un fusil AR-15 en su cuello y cabeza, lo que les provocó la muerte inmediata de cuatro de ellos, mientras uno falleció en el hospital.
Asimismo, se conoció que otras tres personas que estaban en la vivienda resultaron con graves heridas y permanecen recibiendo atención médica en un centro asistencial.
Tras su cometido, el individuo se dio a la fuga con rumbo desconocido, por lo que las autoridades estadounidenses ofrecieron una recompensa de 5 millones de dólares por información que conduzca a su paradero y captura.
