El obispo junto a la familia hondureña, de quienes solo se conoce el nombre de Tanya Palma, madre y uno de los menores, Kimberly Palma, cruzaron el jueves 27 de junio por el puente internacional Paso del Norte de Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua, acompañados de miembros de la prensa y otros religiosos.
Con dicha acción, la Diócesis de El Paso pretende mostrar su apoyo a la comunidad migrante centroamericana que espera ser recibida por las autoridades de migración estadounidense para solicitar asilo en ese país.
En declaraciones para medios internacionales el obispo cuestionó que el gobierno de los Estados Unidos vea a los niños y a las familias migrantes como una amenaza para el país, pero además que se les trate peor que a los animales.
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Las declaraciones del religioso hacen alusión a los menores y adultos que han muerto en centros de detención estadounidense, muchos de ellos por causas desconocidas, pues las autoridades de migración no ofrecen detalles.
El paso de los migrantes por territorio mexicano es toda una pesadilla, muchos pasan hambre, frío y viven en condiciones insalubres, deteriorando aún más su frágil estado de salud.
Dentro de albergues se han dado brotes se sarampión y viruela, obligando a las autoridades mexicanas a prestar más atención a las condiciones en que viven los compatriotas.
