Hasta hace unos años enviar a los hijos a clases de prebásica y básica no era prioridad para los padres de familia del departamento de Valle, lo que retrasaba esta etapa.
Esta situación se ha transformado gracias al apoyo de educadores voluntarios que se han sumado a la tarea de formar a los más pequeños de la comunidad con la supervisión constante de las autoridades regionales de educación.
Los logros han sido múltiples, pero uno de las más importantes ha sido el posicionar al departamento en el primer lugar, gracias a la captación de escolares en prebásica y primer grado.
Sagrario Bustamante, coordinadora del nivel prebásico, dijo que este logro fue gracias al trabajo permanente que desarrollaron los maestros de los Centros Comunitarios de Educación Prebásica, (Ccepreb).
Estos centros son atendidos por educadores voluntarios en comunidades donde no funcionan kínderes o que por las carencias familiares los niños no son enviados a los centros educativos formales.
Son 164 educadoras las que manejan los Ccepreb, en ocho de los nueve municipios del departamento de Valle.
El único municipio del departamento al que no se ha podido llegar con los Ccepreb es Caridad.
La matrícula en 2012 de estos centros fue de 1,548 alumnos. Las clases de los pequeños son impartidas en casas, iglesias, escuelas y centros comunales.
“Gracias al apoyo de las mujeres, niños entre las edades de cuatro y seis años son preparados para asistir de forma posterior a primer grado, esto nos ha conducido a contar con el mayor porcentaje de niños matriculados en primer grado a nivel nacional”, explicó Bustamante.
En el departamento durante 2012 se logró una matrícula de 6,028 alumnos de prebásica.
La tasa neta de ingreso a primer grado fue de 73.7 por ciento, porcentaje que sobre pasa la tasa promedio nacional, que es del 59 por ciento. Bajo estos parámetros le siguen Islas de la Bahía, con 72 por ciento, y Francisco Morazán, con el 67 por ciento.
Pese a que el número es elevado aún no se alcanza la meta nacional, que es del 88 por ciento, es decir que Valle aún posee una brecha de 14.3 por ciento.
Educadoras
Una de las educadoras voluntarias, Susana Oseguera, ha adecuado un espacio en su casa, ubicada en la comunidad La Tejera, para atender a los pequeños.
“Para mí es un orgullo observar la cantidad de niños que asisten a clases de primer grado, pues un alto porcentaje fueron formados en mi casa”, manifestó Oseguera.
La señora, debido a las condiciones de pobreza en su hogar, no tuvo la oportunidad de estudiar, apenas llegó a sexto grado, por esta razón anhela que los niños de su comunidad alcancen otros escalones a nivel educativo.
En el proyecto también participa Edith Yaneth Mejía, quien desde hace 12 años colabora con el programa.
Mejía se incorpora cada día a las enseñanzas de la escuela de la comunidad de El Tamarindo, donde atiende 10 niños.
De acuerdo con Moisés Cárdenas, director departamental de Educación, es una bendición contar con el mayor número de niños matriculados en primer grado, pese a la pobreza que reporta el departamento de Valle.
“Esto nos motiva a mejorar aún más y mantener el primer lugar alcanzado a la fecha”, expresó el docente.
El funcionario reconoció la labor que desarrollan las mujeres que de forma voluntaria durante varios años han colaborado con la formación de los más pequeños de las comunidades .
“Estas mujeres reciben una mínima remuneración que es de 700 lempiras mensuales y les pagan a cada cinco meses”, aseguró el educador.
La máxima autoridad educativa en Valle dijo que se pretende ampliar la cobertura de los Ccepreb en algunos municipios donde aún quedan menores sin atender.
La matrícula de primer grado el año anterior fue de 4,363 alumnos y a nivel de primaria fue de 28,529 alumnos.
La suma global de todos los niveles que se imparten en el sistema público fue de 45,560 alumnos en el departamento sureño.