Los 27 mil candidatos que se disputarán el domingo alrededor de tres mil cargos de elección popular tienen hasta hoy la oportunidad de pedir el voto a los ciudadanos, porque a partir de mañana entra en vigencia el silencio electoral.
En estos últimos cinco días los partidos solo podrán promover sus planes de gobierno sin hacer el bullicio que ha caracterizado la campaña proselitista durante los últimos tres meses.
El bombardeo propagandístico al que ha estado sometido el pueblo hondureño llega a su fin hoy y solo quedará el recuerdo de las cancioncitas pegajosas, las masivas concentraciones, los discursos y anuncios que inducen al temor. Ni los partidos, ni los organismos contralores del Estado, ni el Tribunal Supremo Electoral dieron un informe preciso del dinero invertido en esta sonada campaña propagandística. Solo un partido político contrató 28 medios de comunicación, entre radios y canales de televisión, para transmitir el cierre de campaña de su candidato presidencial.
Entre los dirigentes políticos se rumora que solo uno de los partidos políticos invirtió alrededor de dos mil millones de lempiras en la campaña. El “silencio electoral” fue concebido con la intención de darle la oportunidad al pueblo votante a cinco días de reflexión, de análisis de las principales propuestas de gobierno.
Muchas propuestas ni siquiera fueron conocidas porque la mayoría de aspirantes a cargos de elección no tuvo los recursos para accesar a los espacios de los medios de comunicación. Para ahorrar sus pocos recursos, muchos candidatos prefirieron caminar para pedir el voto casa por casa o mandaron a elaborar propuestas impresas que las entregaban a la gente, las metían en las casas o las dejaban en los parabrisas de los carros.
El artículo 149 de la Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas establece que “dentro de los cinco (5) días calendarios anteriores a las elecciones primarias y generales, quedan prohibidas las manifestaciones públicas, toda propaganda política, la divulgación de resultados totales o parciales de encuestas o sondeos de opinión pública, material impreso, audiovisual, electrónico, radiofónico magnético o de cualquier índole”. “En dicho término”, agrega, “los candidatos, dirigentes y líderes de los partidos políticos, las alianzas y de las candidaturas independientes, solo podrán hacer uso de los medios de comunicación, para explicar, divulgar y difundir sus programas de gobierno”.
Los políticos que transgredan estos términos de la ley serán sancionados con una multa de 40 salarios mínimos, equivalentes a unos 280 mil lempiras. Muchos ciudadanos han revelado su cansancio ante tanta propaganda transmitida de manera masiva por los medios.
