Honduras

'Sutil conspiración' dejaría fuera a Lizzy Flores

El expresidente Carlos Roberto Flores afirma que hubo campaña dentro del liberalismo para dejar fuera a su hija y no descarta 'arriar nuestras propias banderas'.

07.04.2014

El expresidente de Honduras, Carlos Roberto Flores, aseguró que una 'sutil conspiración' al interior del liberalismo habría dejado fuera de la fórmula de diputados por Francisco Morazán a su hija Mary Elizabeth Flores.

En una carta pública, el exmandatario sostiene que una 'campaña subrepticia' fue montada contra Lizzy Flores luego de que decidiera participar como precandidata por dos de las corrientes del partido Liberal.

'Lizzy Flores posiblemente no aparezca en la fórmula oficial de diputados liberales por Francisco Morazán. El recuento de votos no ofrece signos alentadores. Quedó excluida de la plancha ordenada por los movimientos y, como figuraba abajo, digna y solitaria, en una casilla, muchos votantes la 'pasaron de paso'', dice al inicio de la misiva, titulada Las Banderas.

La estrategia, argumenta, 'fue elocuente cuando las cámaras sorprendieron a la candidata a la alcaldía marcando arriba por sus compañeros de movimiento pero omitiéndola a ella'.

'Apenas una semana antes de los comicios pudimos enterarnos de la sutil conspiración en su contra', la cual incluso contó 'con el concurso de afectivos amigos políticos', que la excluyeron de sus actividades políticas aún y cuando sabían que la embajadora de Honduras ante Naciones Unidas estaba en el país, expresó el exmandatario.

Asimismo, señala a 'la misma gente de su partido en el TSE (que) se encargó de satanizar su anhelo de servir como factor de unidad y no escoger movimiento en la división, para ser útil en la elección general'.

Como padre, expresa que advirtió a su hija de que la política 'tiene la desgraciada limitación que puede empañar hasta lo más limpio'.

No obstante, agregó: 'los hijos en sus sueños, a veces imposible, ilusos y románticos, resisten los consejos de los padres, para andar el destino que Dios les tiene reservado y otear sus propios horizontes'.

Por lo tanto, pese a que dijo sentirse satisfecho de haber contribuido a la unidad del rojo-blanco-rojo del partido Liberal, remarca que 'en lo personal, quizá esté próxima la hora en que debamos arriar nuestras propias banderas. Aunque los ecos sonoros del llamado sublime del partido y de la Patria -obligados por la deuda impagable de la mucha honra recibida a lo largo de la vida- sin vacilar serán atendidos'.