Tegucigalpa, Honduras.- A cinco días de haberse confirmado la proclamación de Nasry “Tito” Asfura como presidente electo de Honduras, tras las elecciones generales de noviembre, todavía no se ha registrado una llamada oficial ni contacto formal entre la presidenta Xiomara Castro y Asfura para iniciar el proceso de transición de gobierno.
Desde el entorno de Asfura —dirigente del Partido Nacional y exalcalde de Tegucigalpa— se ha informado que no ha habido comunicación institucional por parte de Casa Presidencial, situación que contrasta con lo ocurrido en 2021, cuando, tras perder las elecciones frente a Castro, Asfura se presentó personalmente en la residencia presidencial para felicitarla.
La falta de contacto formal se produce pese a que, en sus dos más recientes apariciones públicas, la mandataria Xiomara Castro aseguró que respetaría la declaratoria del Consejo Nacional Electoral (CNE) e iniciaría de inmediato un proceso de transición ordenado.
EL HERALDO realizó consultas para conocer si existe una agenda formal de transición o reuniones previstas entre el equipo saliente y el presidente electo, pero no obtuvo confirmación.
Desolación y poca actividad
La sede del Poder Ejecutivo luce desde hace unos días con muy poca afluencia de personas y vehículos, limitándose a la entrada de unidades destinadas a trabajos de mantenimiento.
En el interior del edificio no se observa la presencia de altos funcionarios ni equipos de transición, salvo el personal básico de servicios.
Fuentes consultadas por este rotativo señalaron que no está programada ninguna visita pública de la presidenta Castro para inaugurar proyectos en los próximos días. Tampoco se han divulgado agendas de trabajo ni ruedas de prensa que indiquen acciones próximas de la administración actual.
Este ambiente de aparente calma contrasta con la expectativa política que ha generado la reciente elección presidencial, en la que Asfura obtuvo un triunfo ajustado con 40.27% de los votos, frente a Salvador Nasralla del Partido Liberal con 39.53%.
El silencio institucional podría deberse, en parte, al clima político tenso que rodeó la elección, marcada por demoras en el conteo de votos, alegaciones de fraude por parte de sectores vinculados al partido de gobierno y controversias del proceso del CNE.
Sin embargo, organismos internacionales como la Organización de los Estados Americanos (OEA) y presidentes de al menos una docena de países han avalado el triunfo de Asfura Zablah.
Mientras en Casa Presidencial reina la tranquilidad, el expresidente y dirigente de Libre, Manuel “Mel” Zelaya, ha llamando activamente a movilizaciones a sus bases, un indicio de que el campo político oficialista, replanteando estrategias tras la derrota electoral en donde la candidata Rixi Moncada, quedó en un distante tercer lugar con poco más del 19% de los votos.
Hasta hoy lunes 29 de diciembre, no se han registrado pronunciamientos públicos del secretario privado de la Presidencia, Héctor Zelaya, sobre el proceso de transición, ni sobre la agenda inmediata de la administración.
La elección de este año se caracterizó por un largo y disputado conteo de votos que se extendió por un mes, generando incertidumbre institucional y reclamos de distintos sectores.
Finalmente, la declaración de Asfura como presidente electo fue confirmada por el CNE en medio de retos legales y demandas de revisión de ciertas actas por parte de la oposición.
En el contexto internacional, la transferencia de mando pacífica es observada con atención por otros países de la región y organismos internacionales, que han subrayado la necesidad de respetar los resultados y asegurar una transición ordenada.
Con apenas semanas previas a la toma de posesión de Asfura, el silencio institucional y la falta de anuncios concretos han marcado incertidumbre en el proceso de transición entre dos administraciones de orientaciones políticas muy distintas.