Tegucigalpa, Honduras.- Con profundo dolor y bajo la mirada desconsolada de sus familiares, el cuerpo de Claritza Rosalee Granillo Rodríguez, una joven hondureña de 20 años asesinada en Belice, fue repatriado a su tierra natal en el occidente del país, donde recibirá cristiana sepultura.
Tras su arribo, el féretro fue trasladado directamente al municipio de Erandique, departamento de Lempira, de donde Claritza era originaria.
En el lugar, su familia, vecinos y amigos se han unido en una vigilia silenciosa para despedir a la joven, cuya vida fue arrebatada violentamente lejos de su patria.
La repatriación se llevó a cabo con la coordinación entre varias instituciones, entre ellas la Dirección General de Protección al Hondureño Migrante —adscrita a la Cancillería— y la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), que facilitó el traslado aéreo desde el distrito de Cayo, Belice, hasta territorio hondureño.
También contó con la colaboración de autoridades forenses y policiales de Belice. Todo el proceso fue agilizado en tiempo récord, considerando la complejidad de los procedimientos internacionales, explicaron las autoridades de Cancillería.
“Nos solidarizamos con la familia de la joven en estos momentos tan difíciles. Como Estado, reiteramos nuestro compromiso de brindar apoyo y acompañamiento a los compatriotas que enfrentan tragedias en el extranjero”, expresó Guadalupe Sandoval, directora de Protección al Hondureño Migrante.
La funcionaria destacó que cada vez es más fluida la articulación entre instituciones del Estado para responder con eficacia a estos casos.
“Estamos trabajando incansablemente para asistir a nuestros migrantes, sin importar en qué parte del mundo se encuentren”, agregó.
El caso de Claritza ha sacudido a la comunidad migrante hondureña en Belice, un país donde muchos connacionales buscan trabajo en agricultura, construcción y otros oficios. Ella tenía poco tiempo de haber migrado, acompañada de su esposo, en busca de una mejor vida.
Brutalidad
La tragedia ocurrió la noche del pasado 16 de julio, en una vivienda que también funcionaba como aserradero en el sector de Spanish Lookout, en Belice.
Según los reportes policiales, una discusión durante una reunión terminó en un brutal ataque con arma blanca. La principal hipótesis apunta a que el agresor fue su propio cuñado, quien fue capturado días después tras haber huido del lugar.
Claritza fue hallada con múltiples heridas de arma blanca en la casa, aunque fue llevada a un hospital, no logró sobrevivir.