TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aunque sus nombres han sido mencionados en los juicios de ex-capos hondureños confesos ante la justicia de Estados Unidos, coludiéndolos con el narcotráfico, los expresidentes de Honduras, Manuel Zelaya Rosales (2006-2009) y Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) no podrían ser extraditados “jamás”.
Lo anterior, es según una explicación del periodista estadounidense Jeff Ernst, quien ha escrutado de cerca los juicios de los capos hondureños que han sido extraditados y/o se han entregado a la justicia de Norteamérica por narcotráfico.
De acuerdo a la ilustración jurídica del periodista norteamericano: “Mel” se salvó que después de su mandato no estaba lo de la extradición y algunos capos no declararon en su contra, mientras que “Pepe” está fuera del radar de los fiscales de Estados Unidos.
Otras de las premisas, y la más sustancial, es que ninguno de los dos exmandatarios han sido acusados formalmente por las autoridades de EE UU.
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Según Ernst, “con respecto al cargo de conspiración de narcotráfico, la fiscalía tiene 5 años desde (1) el último supuesto acto delictivo de una persona, o (2) el fin de la conspiración, para presentar una acusación formal”.
“Por ejemplo, aunque una persona se haya retirado de una conspiración hace 7 años, si la conspiración terminó hace solo 3 años, esa persona podría ser acusado. Una vez presentada la acusación, no importa cuanto tiempo se toma para capturarlo”, explicó.
Caso “Pepe” Lobo”
“En el caso de Pepe, lo han vinculado con la misma conspiración de JOH, que es esencialmente la del Partido Nacional. Esa conspiración básicamente terminó con la salida de JOH de la presidencia, según los fiscales”, ejemplificó el periodista estadounidense.
De acuerdo con el estadounidense, la situación de Lobo, a quien le revocaron la visa desde el 2017, hay dos situaciones que frenarían cualquier intensión de extradición: No hay acusaciones en contra de Pepe desde el 2013 y no está en el radar de los fiscales.
“No obstante, el blanco principal de la DEA fue JOH, porque su supuesto involucramiento fue mucho mayor que las alegaciones contra Pepe. Con JOH, la DEA envía el mensaje. Tampoco necesitan torcerle el brazo a Pepe para fortalecer el caso contra JOH”, escribió en Twitter el periodista.
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“Además, no hay alegaciones contra Pepe desde alrededor de 2013. Técnicamente, aun así podrían presentar una acusación en su contra, veamos el caso de El Tigre (las alegaciones datan desde hace más de 5 años), pero Pepe simplemente no es uno de los objetivos de los fiscales”, concluyó en el caso de Lobo, quien en 2019 Estados Unidos lo incluyó en la Lista Engel, una divulgación sobre funcionarios y políticos involucrados en actos de corrupción.
Además, “Pepe” es el padre de Fabio Lobo, condenado en la Corte del Distrito Sur de Nueva York a 24 años de prisión por delitos de narcotráfico en septiembre de 2017.
Caso “Mel”
”En el caso de Mel, las alegaciones conocidas contra él (supuestos sobornos) datan desde antes del 2009. Actualmente, no hay una conspiración que lo involucre que cae dentro del periodo necesario para una acusación (los últimos 5 años). Por lo tanto, esencialmente ha prescrito”, mencionó Jeff Ernst.
“Además, en el caso de Mel, las alegaciones en su totalidad datan desde antes de la reforma constitucional en 2012, y por lo tanto, una solicitud de extradición no sería admisible. Pocas de las alegaciones contra Pepe ocurrieron después de la reforma”, contextualizó.
”Mel quizás haya tenido suerte que algunos decidieron no cooperar (Don H, Mejía Duarte, Nájera) y que la extradición no estaba vigente hasta años después de su mandato”, increpó.
Después de lo explicado, el estadounidense aclaró que “esto no quiere decir que ellos sean inocentes, ni tampoco culpables. Es simplemente la realidad jurídica. Solo un muy pequeño porcentaje de los narcos hondureños y sus conspiradores serán llevados a los Estados Unidos”.
Esto es producto de la reciente extradición del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández por supuestos vínculos con el narcotráfico.
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