Tegucigalpa, Honduras.- El cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga ha descartado cualquier posibilidad de convertirse en papa en caso de que el actual pontífice, Francisco, falleciera o renunciara.
En una reciente entrevista, el religioso explicó que su edad le impide participar en el cónclave, el proceso mediante el cual se elige al nuevo líder de la iglesia católica.
“Los cardenales cuando cumplimos 80 años ya no podemos participar en un cónclave”, afirmó Rodríguez Maradiaga, quien alcanzó esta edad el 29 de diciembre de 2022.
Según las normas establecidas por la iglesia católica, los cardenales que superan esa edad pierden el derecho a votar y, por ende, a ser considerados elegibles dentro del proceso de selección del papa.
Rodríguez Maradiaga, quien fue arzobispo de Tegucigalpa hasta 2023, ha sido una de las figuras más influyentes en la iglesia latinoamericana y en el Vaticano, desempeñando un papel clave como coordinador del Consejo de Cardenales que asesoró al papa Francisco en la reforma de la Curia. A pesar de su trayectoria, su edad lo deja fuera de cualquier posibilidad de sucesión papal.
El reglamento del cónclave fue establecido por el papa Pablo VI y reafirmado por Juan Pablo II en la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, que regula la elección del Pontífice y establece la exclusión de los cardenales octogenarios en el proceso.
Con esta aclaración, Rodríguez Maradiaga pone fin a cualquier especulación sobre su posible candidatura al papado. Además, dijo que espera que la salud del papa argentino mejore, pues sumado a su vínculo como autoridades de la iglesia católica los une una gran amistad.
“Creemos que va a superar esta condición. Su corazón es fuerte”, confió el cardenal hondureño.
El papa Francisco fue hospitalizado el viernes 14 de febrero, en Roma, Italia, a raíz de bronquitis por infección polimicrobiológica. A esto se le suma una neumonía bilateral que complica más su recuperación.
Admirable carrera de Óscar Andrés Rodríguez
En 2013, Óscar Andrés Rodríguez figuró por segunda vez como papable, tras la renuncia de Benedicto XVI. Antes de eso, su nombre también había sonado fuerte como candidato a ser la máxima autoridad de la iglesia católica.
Rodríguez no solo destaca por su admirable carrera religiosa, sino por sus dones en lo académico y lo personal, es políglota (habla español, inglés, francés, italiano, alemán, portugués, latín y griego), además, es amante de la música (saxofonista, pianista y guitarrista) y piloto de aviación.
Cursó primaria y secundaria con los salesianos y en 1960 se graduó de maestro. Ingresó a la Congregación Salesiana de Don Bosco en 1961 y al Seminario Mayor de Tegucigalpa, donde estudió teología, filosofía y música.
Diez años más tarde, en 1970, vistió por primera vez la sotana de sacerdote, cuando tenía apenas 28 años de edad y se encontraba en Guatemala.
En 1975 asumió como decano de la Facultad de Teología de la Universidad Francisco Marroquín.
Luego, en 1981, regresó a Honduras y ejerció tres años como obispo de la Diócesis de Santa Rosa de Copán.
En 1993 fue nombrado arzobispo de Tegucigalpa y de 1996 y 1998 fue presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam).
En febrero de 2001, Juan Pablo II lo ungió como cardenal en reconocimiento de su trayectoria en favor de los pobres, y en junio de 2007 Benedicto XVI le nombró presidente de Caritas International.
En 2023, la Santa Sede de la Iglesia Católica oficializó este jueves al reverendo Padre José Vicente Nácher Tatay, como arzobispo metropolitano de Tegucigalpa, tras aceptar la renuncia del Cardenal Óscar Andrés Rodríguez.
El Cardenal, quien es también canciller de la Universidad Católica, pasó a ser arzobispo emérito.