Honduras

Noble padrino de la luz y del saber

Desde hace una década, José Águila inició con este espacio público en beneficio de estudiantes. Además, se les enseña computación y se brinda el servicio gratuito de escáner y fotocopiado para personas de escasos recursos

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04.03.2017

Puerto Lempira, Gracias a Dios
Hace dos décadas llegó al país y desde que descubrió una de las más preciosas joyas que tiene el suelo catracho quedó embelesado con su encanto. Gracias a ella conoció también el sentido de la solidaridad.

La población estudiantil del municipio de Wampusirpi, en el departamento de Gracias a Dios, cuenta con un espacio donde se puede adquirir conocimientos gratuitamente.

Gracias a la organización no gubernamental Pawanka, que dirige José Águila, originario de España y que llegó a Honduras desde hace casi dos décadas, impulsó el proyecto para beneficiar a las personas más necesitadas y en particular a los estudiantes de las escuelas y colegios de la comunidad.

Valioso aporte
Por lo general, en el período escolar y en algunas oportunidades en la temporada de vacaciones, los estudiantes de los diferentes niveles llegan a las instalaciones donde está instalada la biblioteca para realizar consultas de diferentes temas, ya que en el lugar se cuenta con textos de las asignaturas de los diferentes niveles académicos.

Gracias al aporte de Águila, alrededor de 30 personas llegan a realizar los trabajos y tareas de investigación.
El espacio tiene una capacidad para albergar a unas 50 personas, entre ellos niños y adultos.

Para atender la demanda de los estudiantes, la biblioteca cuenta con al menos siete ejemplares de cada una de las asignaturas de los niveles de primero a tercero de ciclo común, al igual que un lote de enciclopedias que contienen una diversidad de temas.

Don José comentó que los usuarios de los textos llegan a la biblioteca debido a que en sus casas no tienen textos de consulta de los trabajos que les asignan los profesores.

Además, porque en la comunidad no hay librerías para poder comprar los libros de cada una de las asignaturas que cursan.

Cuando una persona llega se dirige a la bibliotecaria, que es la encargada de llevar el control de los libros que se desean consultar por los estudiantes y cuando realiza el trabajo, de inmediato lo devuelve.

Los alumnos también realizan consultas a través del sistema de Internet ya que se tienen varias computadoras conectadas a la red, por lo que a los beneficiados desde temprana edad se les enseñan los conocimientos básicos de computación.

Los beneficios que reciben los estudiantes de Wampusirpi se extienden al servicio de escáner y copias de documentos.

José Águila comentó que le interesa mucho la literatura hondureña.

Sin embargo, por la falta de recursos económicos, perdió la donación de un lote de textos de una editorial de la capital, pues el costo del transporte era muy costoso y no contaba con el dinero para pagar el traslado de la donación.

“Este año pretendemos renovar el lote de textos ya que todos los años se hacen nuevos tirajes con nuevos temas, por lo que iniciamos a cambiar lo que tenemos desde el pasado mes de febrero”, dijo Águila.

En la comunidad de Wampusirpi, la mayoría de personas que se han logrado graduar son maestros de educación primaria y en algunas ocasiones se matriculan en la universidad para sacar una licenciatura y ellos también llegan a realizar consultas a la biblioteca Pawanka.