Honduras

No tener una estrategia provoca que haya cambios

El presidente Porfirio Lobo dijo que se iba a cambiar el nombre y que el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla, se iría de cargo, si en un corto plazo no se tenían controlada la criminalidad.

07.04.2014

Los continuos cambios en la cúpula policial evidencian que el gobierno “no sabe para dónde va” en materia de seguridad, consideró la coordinadora del Observatorio de la Violencia, Migdonia Ayestas.

“Todavía el gobierno no ha puesto una verdadera política de seguridad que le permita saber para dónde va y saber cuáles son los rumbos”, cuestionó la analista.

El Poder Ejecutivo separó la semana a Ricardo Ramírez del Cid de su cargo de director de la Policía Nacional y en su lugar nombró a Juan Carlos Bonilla, luego del asesinato y secuestro del periodista de HRN, Alfredo Villatoro el 15 de mayo.

En octubre de 2011, Ramírez de Cid fue juramentado como jefe policial a nivel nacional para reemplazar a José Luis Munoz Licona, tras escandalosos revelaciones sobre infiltración del crimen organizado en la institución que se dieron a conocer luego que policías participaran en la muerte de dos estudiantes universitarios.

“El hecho de no tener una verdadera estrategia hace que hayan cambios a cada momento, dos directores en este gobierno que han llegado, cuánto tiene que pasar para que podamos ver como ciudadanía que tenemos seguridad”, expresó.


“Al no haber un control del territorio (seguridad policial), de las persona y vamos de día a día de un escándalos a otro, de uno o menor o mayor proporciones”, acotó Ayestas.

Pese a que los remezones en la Policía Nacional se generan por escándalos de incapacidad o corrupción, Ayestas dice que ve con buenos ojos el nombramiento de Bonilla en la cabeza de la entidad, ya que es una muestra de que el gobierno está preocupado por el sistema de seguridad pública.

Recomendó que la nueva estrategia no debe basarse en la mano dura o represión, sino que tiene que haber un acercamiento con la comunidad y los gobiernos locales para unir esfuerzos contra la delincuencia.

“El gobierno debe de trabajar el tema de prevención de violencia como prioridad para privilegiar que se entienda el tema de prevención, de resolución de conflictos”, expresó.

Asimismo, consideró que si entre las acciones de Bonilla no se contempla una depuración total de la Policía Nacional su trabajo tendrá pocos resultados positivos para reducir el crimen.

Honduras cerró en 2011 con una tasa de 86.5 homicidios por cada 100 mil habitantes a razón de 19 muertos violentos por día. Durante la Operación Relámpago, que inició en octubre de 2011 mediante patrullajes conjuntos entre militares y policías, los muertos diarios que se reportan son de 18.11, una promedio, una cifra similar a la del 2011.

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