La formulación del proyecto de presupuesto en el año electoral depende generalmente de las prioridades que tenga el nuevo presidente de la República, aunque el 95 por ciento de los ítems presupuestarios ya están definidos.
Así explica el diputado José Azcona, vicepresidente de la Comisión de Presupuesto del Congreso Nacional, el procedimiento a seguir para la aprobación de los gastos del gobierno de la República cuando hay cambio de administración.
Azcona dijo a EL HERALDO que lo ideal es que los candidatos más fuertes a ganar la presidencia vayan estructurando su gabinete económico para que, a más tardar el 1 de diciembre, se reúnan con los técnicos del Congreso y de Finanzas para la formulación del presupuesto del próximo año.
¿No era legal que el presidente dejara de enviar el proyecto de presupuesto al CN antes del 15 de septiembre, como lo manda la ley?
Lo que manda la ley es que el presidente tiene que mandar un proyecto de presupuesto del año siguiente al Congreso y ser aprobado antes del 31 de diciembre.
¿Qué tratamiento le da el Congreso?
El presupuesto del año electoral es diferente, lo que se ha hecho en otras ocasiones es aprobar un presupuesto primariamente basado en la ejecución del año en curso, es decir aprobar el presupuesto que está vigente, el que es reformulado por el gobierno entrante.
Lo que el gobierno actual no puede hacer es definir las prioridades de inversión que no estén contempladas en los presupuestos plurianuales, ni tampoco establecer las prioridades que pudiese tener el nuevo gobierno.
¿Cuando se habla de reformulación significa que cambia todo?
No necesariamente, más del 95 por ciento de los ítems presupuestarios, incluyendo las disposiciones generales, no tienen ninguna variación de gobierno a gobierno. De ahí que no existe ninguna limitante para ser aprobado por el gobierno saliente.
Dice el presidente Lobo que el nuevo presupuesto lo discutirá con el candidato que gane las elecciones en noviembre. ¿Cree usted en esta transparencia? Depende la relación que tenga con el presidente electo.
Lobo tiene razón en el sentido que el nuevo presidente tiene derecho a fijar sus prioridades. Si ocurriera así, lo ideal es que las nuevas autoridades de Finanzas designadas por el nuevo gobernante se sentaran a trabajar con los técnicos del gobierno y la comisión del Congreso para que no tengan que hacerlo el próximo año en que el Congreso Nacional estará compuesto por fuerzas dispersas.
¿Qué ha ocurrido en otros períodos de transición?
Lo más reciente que recuerdo es en 2006 cuando asumió el presidente Ricardo Maduro, se aprobó el presupuesto de 2005 y fue reformulado en marzo de 2006 por el presidente Manuel Zelaya. Al concluir el período interino de Roberto Micheletti se aprobó un presupuesto de 2009 en el entendido que el nuevo presidente lo reformularía en 2010 como así ocurrió.
Ahora bien, ¿qué puede esperar de mejoría el pueblo hondureño del presupuesto de 2014 cuando se arrastra el problema del déficit y que el presupuesto de este año se ha financiado con bonos?
Es evidente que la recaudación de impuestos no ha crecido al ritmo que debiera, eso limita la capacidad del Estado para cumplir con sus obligaciones y, por otro lado, existe el problema que se está financiando el déficit con deuda interna, lo que genera intereses y más deuda, lo que vuelve incontenible el problema.
La colocación de bonos soberanos y la aplicación de medidas de austeridad no han dado resultados, por lo que este gobierno que va de salida debiera de proponer soluciones para terminar con este problema.
¿Cómo aprecia el déficit fiscal al que le apuesta el gobierno, el que es de entre un seis y un ocho por ciento para el cierre de este año?
En realidad es muy alto y agrave más el problema ya que es un déficit crónico, que afecta la disponibilidad de recursos para las actividades productivas, porque el Estado por medio de los bonos succiona parte de la liquidez que debiera estar siendo utilizada para el desarrollo productivo.
De acuerdo con las cifras macroeconómicas que se manejan a nivel del gobierno y la infraestructura productiva del país, ¿cómo avizora el 2014 en materia económica? Las condiciones están dadas para un crecimiento económico sostenible.
Nuestros rubros de exportación han repuntado, incluso el café, que ha tenido problemas con las enfermedades como la roya. Hay buenos pronósticos para las exportaciones de productos agrícolas no tradicionales, las maquilas se están recuperando gradualmente.
Según cifras de la Cepal (Comisión Económica para América Latina), en 2011 las exportaciones de Honduras crecieron en un 4% y las importaciones menguaron producto de la factura petrolera, lo que ha provocado una mejora en la balanza de pagos.
Lo correcto es aprovechar esa coyuntura para atraer inversiones, no hay razón por la cual si los costos se están elevando rápidamente, no podamos duplicar nuestra capacidad industrial en maquila, entonces a eso tiene que apostarle el nuevo gobierno.