Tegucigalpa, Honduras.- La migración irregular por el territorio hondureño ha registrado una caída drástica en lo que va de 2025, pasando de más de 140,000 personas en tránsito durante el mismo período del año pasado a apenas 14,000 en la actualidad.
La disminución del 90% ha sorprendido a los organismos estatales y de sociedad civil, que históricamente han visto en Honduras un corredor de paso para personas procedentes de Sudamérica, el Caribe y África con rumbo a Estados Unidos.
Las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), por otro lado, alertaron sobre un fenómeno creciente, el retorno voluntario de migrantes desde el norte hacia el sur.
Las acciones son consecuencia de las fuertes políticas migratorias que comenzó a aplicar el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump una vez que asumió el poder en enero pasado.
Este evento inusual es conocido como migración inversa, es decir, que todas aquellas personas que buscaban ingresar a los Estados Unidos, ahora están regresando a sus países de origen en Centroamérica y varios de Suramérica.
Ahora la frontera entre Nicaragua y Honduras, en el paso de Las Manos, está desolada, sin apenas migrantes desde hace al menos dos meses, justo después de que Trump asumiera como presidente y endureciera sus políticas migratorias.
Las escasas personas que pasan por allí, entre pequeños comercios y camiones para el tránsito de mercancías, regresan a Venezuela. Desgraciadamente, vieron frustrado su "sueño americano" y ahora recorren en sentido contrario el mismo camino que los llevó a tratar de alcanzar "la Tierra de las Oportunidades" sin éxito.
"Con la misericordia de Dios (llegaré a Venezuela). No hay más nada. Posiblemente (calculamos otros meses más) porque el camino en Panamá es más difícil, también por los costos de los pasajes. De repente la suerte cambia, pero no todo el mundo la tiene fácil", dijo el venezolano José, que prefirió no dar su nombre completo.
José, de 32 años, emprendió su viaje hacia el norte hace once meses, pero no pudo "subir" más allá de Ciudad de México por las complejidades económicas y de obtener el documento migratorio necesario para desplazarse libremente por ese país.
"Llegué hasta Ciudad de México nada más. Tuve una estadía ahí (de meses) pero el camino es muy difícil, los trabajos no son bien pagados. No da el recurso, no da la base. Hay que retornar", cuenta mientras acomoda sus pertenencias a la espalda.
Atenciones
Las autoridades de Migración se están detectando dos escenarios, uno es la sustancial baja de migrantes cruzando por Honduras y el otro es la migración inversa.
“Hay personas que estaban en el norte, que están regresando a sus países de origen. Muchos de ellos transitan por Honduras y otros deciden quedarse para tramitar su retorno”, declaró Wilson Paz, titular del INM.
La disminución de la migración irregular se atribuye, en parte, a las políticas migratorias implementadas por la administración de Donald Trump en Estados Unidos, recalcó el funcionario.
"Nosotros no facilitamos la migración irregular, pero tratamos con dignidad a las personas cuando transitan por nuestro país y les brindamos el apoyo para que ellos hagan su retorno voluntario en sus países", dijo Paz.
También se explicó que al tener buenas relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela, Honduras ha servido como un lugar neutro que permite el transbordo de migrantes venezolanos retornados.
"Ese flujo es difícil medirlo, porque nosotros hacemos el control cuando entran, pero cuando regresan muchos pasan de manera invisible. Van buscando llegar a Nicaragua, Costa Rica y hasta Panamá, donde a veces hay aviones para que los deporten, muchos se quedan aquí", explicó el funcionario.
Ya que hasta el momento no se tiene un dato real sobre la cantidad de personas que están regresando de diferentes formas por el territorio nacional hacia el sur del continente.
Según cifras oficiales, las deportaciones a Honduras también han bajado considerablemente. Mientras que en 2022 se registraron 88,000 personas retornadas, en 2023 la cifra descendió a 58,000 y en 2024 a 44,000.
Para 2025, el INM proyecta entre 35,000 y 40,000 deportaciones, lo que representaría una reducción acumulada de más del 50% en comparación con el inicio del actual gobierno.
A la semana, ingresan a Honduras entre cuatro y cinco vuelos con migrantes retornados desde Estados Unidos, y al menos uno desde México.
De los cerca de 12,000 retornados en lo que va del año, unos 8,000 habrían sido deportados bajo el mandato de Trump, según datos de Migración.
Para garantizar un apoyo a todas estas personas que regresan a Honduras, se les están brindando un apoyo económico.
En respuesta, el gobierno hondureño ha puesto en marcha el programa “Hermana, Hermano, Vuelve a Casa”, que ya ha beneficiado a más de 8,000 personas.
En los próximos días, se espera que el programa beneficie a mil retornados más, con el apoyo de la Secretaría de Estado en el Despacho de Desarrollo Económico (Semprende).
Retos
El fenómeno migratorio ha cambiado de dirección, y ahora muchos migrantes que alguna vez se dirigieron al norte buscan regresar a casa. Así lo confirma Mariana Rendón, jefa de misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Honduras.
“Hemos visto un crecimiento casi del 2,000% en el flujo del norte hacia el sur, algo que no se había registrado antes”, reveló la entrevistada.
Rendón también destacó el reto que implica la reintegración sostenible de los migrantes retornados.
“Una cosa es regresar, pero otra es cómo hacer para que estas personas puedan rehacer su vida y convertirse en agentes de cambio en sus comunidades”, reflexionó Rendón.
En comparación a años anteriores, el flujo de migrantes es evidente en su reducción, ahora se está viendo como los migrantes buscan regresar por donde vivieron.
Para la entrevistada, afrontar esta nueva problemática se debe hacer con trabajo en conjunto entre todos los sectores.
"Hay personas que llegan justamente con buenas calificaciones y que pueden a lo mejor también ayudar en el desarrollo del país", agregó Rendón.
Por su parte, César Castillo, del Observatorio de Migración de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), subrayó que no se han registrado deportaciones masivas de hondureños, como sí ha ocurrido con ciudadanos venezolanos.
“En Palmerola han llegado vuelos con hasta 200 venezolanos en tránsito. Pero en el caso de hondureños, las cifras se mantienen similares a las de 2024”, afirmó.
Castillo señaló que México ha adquirido un rol crucial como país de destino.
“En 2023, más de 40,000 hondureños solicitaron refugio en México, y en 2024 lo hicieron más de 27,000”, explicó.
En cuanto al tránsito migratorio por Honduras, los registros también muestran una reducción significativa: de más de 360,000 personas en 2024 a apenas unas 8,000 en lo que va de 2025.
A esto se suma el subregistro de quienes regresan sin pasar por controles fronterizos.
Y es que esta migración inversa solo es detectada por algunas organizaciones que trabajan en las fronteras para ayudar a los migrantes.
Wilmer Vásquez, director ejecutivo de la Coordinadora de Instituciones Privadas por las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), considera que la población en general y la institucionalidad debe estar alerta ante este fenómeno creciente.
"Algo que para nosotros es significativo es el hecho de que inmediatamente que se endurecen estas políticas norteamericanas, el gobierno de la presidenta Castro ya tenía un plan que fue puesto en marcha, lo que permitió que los Estados Unidos reconociera que el gobierno de Honduras era un aliado estratégico en la prevención de la migración", agregó Vásquez.
Ahora se debe buscar todos los mecanismos necesarios para que los hondureños que regresan al país, se les garantice toda la ayuda necesaria y que de esta forma se puedan mantener en el país y que no vuelvan a migrar.
